Miguel Bernad. Secretario General de Manos Limpias.
Bajo el pretexto de una falsa inseguridad jurídica, ya que la independencia de Cataluña es un imposible real, los buitres financieros y empresas neocapitalistas están cometiendo un grave perjuicio no a los separatistas, sino a los cinco millones de catalanes que conforman más del doble de los dos millones de independistas, suponiendo que esa cifra sea real, y no inflada y abultada.
Estos buitres de la economía no han tenido la más mínima consideración con esos cinco millones de españoles que viven en Cataluña, y nunca han alzado la voz en su defensa, o advertido de las consecuencias económicas y sociales que tendría “el proceso”.
Los buitres solo miran por sus intereses económicos y ponen como excusa que lo hacen para proteger a sus clientes…, cuándo únicamente velan por sus propios intereses.
Con su comportamiento egoísta lo único que hacen es azuzar aún más el desconcierto y la inestabilidad social, política y económica, no solo en Cataluña, sino de toda España en su conjunto, así como de los mercados internacionales.
Esta fuga, esta huida de Cataluña, solo tiene un denominador común: el miedo a que sus balances y cuentas de resultados, beneficios o pérdidas, puedan resentirse, aunque para ello les importe muy poco –por no decir nada-, los perjuicios que puedan ocasionar a millones de catalanes españoles.
Lo cierto es que, aunque se declarara la independencia unilateralmente, su efectividad sería nula, y sin consecuencias prácticas.