Virginia Montes.
Francia está viviendo nuevos fenómenos migratorios. Cuenta ya con una población nómada musulmana que deambula por campamentos improvisados y con situaciones de higiene lamentables. La última modalidad es la ocupación de edificios estatales abandonados. Más de 150 personas, la mayoría sirios con numerosos niños se han instalado ilegalmente en los antiguos pabellones de la aviación civil cerca del aeropuerto de Orly. Después de un juicio iniciado a finales de 2015, la expulsión de una decena de alojamiento estaba prevista para finales de julio y finalmente ha sido señalada para el 5 de septiembre.
Las ONG proinmigracionistas protestan, pero la Dirección general de la aviación civil está decidida a expulsar los ocupantes. «Hay una voluntad de expulsar», afirma el prefecto de l’Essone, Josiane Chevalier.