Enrique de Diego.
La democracia se deteriora a pasos agigantados y se hunde en la farsa. El presunto campeón de la transparencia, Albert Rivera ha asistido a la reunión anual del Club de Bildeberg, celebrada en Virginia, USA, y una de cuyas condiciones es el secreto de las sesiones. He esperado días para ver si queda algún periodista digno de tal nombre que le preguntaba sobre lo hablado y sobre las consignas recibidas, porque Rivera -auspiciado por Juan Luis Cebrián y Ana Patricia Botín– ha ido a recibir consignas de los globalistas, de quienes sueñan con imponernos su gobierno mundial.
Y a ser investido como su hombre en España, con todo lo que representa de financiación y apoyo mediático. Hay que apuntar que este sacamuelas sin principios -en 2009 iba de adalid del movimiento próvida con Libertas-Ciudadanos- es el hombre de los malos malotes del mundo mundial. A la reunión de Virginia han asistido un centenar de jefes de Estado y de gobierno, ministros de Economía (como Luis de Guindos, el supernumerario del Opus Dei que ha hundido al Banco Popular y las finanzas de muchas familias de la Obra), banqueros centrales, consejeros delegados de las principales multinacionales, jefes de Estado Mayor, director de las redes de televisiones y editoriales más importantes de Europa y América del Norte. En suma, quienes juegan peligrosamente a ser los amos y a convertirnos en esclavos.
¿Y qué se le ha dicho a Albert Rivera? Según elconfidencialdigital.com, se le ha ordenado que España tiene que perder aún más soberanía en aras de una Unión Europea que se tambalea y que es la ingeniería social de los globalistas para destruir las naciones europeas y sus sociedades, de raíz cristiana. A eso está completamente dispuesto el pequeño Führer Rivera, cuyo partido funciona mediante delegación y no representatividad. El bancario de La Caixa no se ha visto en otra y está dispuesto a vender España por trozos para ver si le convierten en el Macron español.
Y también le han dicho que es preciso crear un Ejército europeo. ¿Qué es eso de un Ejército europeo y para qué serviría? En principio, eso es la Organización del Atlántico Norte, con Estados Unidos pagando la mayor factura. La más exitosa y calamitosa operación de la OTAN ha sido asesinar a Muamar Gadaffi y convertir Libia en un estado fallido, que es lo que se buscaba para que haya una invasión musulmana negra como la que se está produciendo vía Italia. La idea de que exista un único Ejército europeo presupone una política exterior única, y unos intereses únicos, lo cual está muy lejos de la realidad. Toda nación que cede su Defensa deja de ser nación. Pero el bancario de La Caixa está dispuesto a vender España por un plato de lentejas, porque es el oportunismo en grado sumo, sin consistencia intelectual. Por de pronto, significaría un incremento sustancial de los gastos en Defensa que esta Europa pacifista y en crisis seguramente no está en condiciones de afrontar. Y seguramente lo que se intenta es esa reedición de la guerra fría contra Rusia ahora con una Europa sin fuelle, que ha ido desmantelando sus ejércitos.
Hay que oponerse a estos proyectos globalistas y desenmascarar a este traidorzuelo de pacotilla, cuya partido sostiene a los corruptos ora del PSOE ora del PP.