Virginia Montes.
Chequia, Polonia, Hungría y Eslovenia presentan un frente común contra la tiranía burocrática de Bruselas que pretende dictar la política migratoria de esos países, en una línea de islamización que no están dispuestos a aceptar. Esa naciones tienen buenos motivos para negarse a aceptar las cuotas de la Comisión Europea. Por de pronto, no sirven para cortar el flujo migratorio. Es obvio que no estamos ante refugiados, sino ante la llegada masiva de musulmanes de sociedades fracasadas y la consecuencia está siendo un incremento alarmante de terrorismo musulmán.
Una parte de Europa no está dispuesta a sucumbir. La respuesta de la Comisión Europea ha sido iniciar un procedimiento de infracción contra Chequia, Polonia y Hungría, que rechazan recibir los mal llamados refugiados. Según el comunicado oficial, «lamentablemente, pese a numerosos llamamientos, Chequia, Hungría y Polonia, violando las obligaciones legales fijadas por las decisiones del Consejo (de la UE), y sus obligaciones ante Grecia, Italia y otros países miembros, no han emprendido las acciones necesarias». Tras lo cual, la comisión «decidió dar inicio a procedimientos contra esos tres países para impedir violaciones».
Si el Estado no cambia su política acorde a la decisión de la CE en un plazo establecido, la comisión podría llevar el caso ante el Tribunal de la UE. Polonia declaró más tarde que está dispuesta a defender sus derechos de no acoger a los refugiados en el Tribunal de la UE. «Polonia está dispuesta a defender sus derechos en el Tribunal Europeo», aseguró el viceministro de Exteriores polaco, Konrad Szymanski, citado por la agencia PAP. «Desde el punto de vista político creemos que sería mejor zanjar el tema cuando la decisión y las obligaciones que prevé, dejen de ser vigentes en septiembre de 2017», dijo.
Chequia también anunció que no planea cambiar su postura sobre la acogida de refugiados pese a la decisión de la CE. «Estamos dispuestos a defender la postura de Chequia y espero que lo logremos», apostilló el primer ministro checo, Bohuslav Sobotka. Señaló que el sistema de distribución (de refugiados según cuotas) genera la migración ilegal.