AYÚDANOS A COMBATIR LA CENSURA: Clicka aquí para seguirnos en X (antes Twitter)

FIRMA AHORA: El manifiesto contra el genocidio de los niños


Los políticos no hacen nada serio para evitar el terrorismo islamista

Redacción




Javier García Isac. /Foto: ramblalibre.com.

Javier García Isac. Director de Radio Ya.

Resulta monótono y cansino volver a hablar de atentados islamistas, de más muertos y más condolencias, de más velitas y ositos, de más frases hechas, grandilocuentes y vacías, pero no por ello debemos acostumbrarnos a vivir con el terror, no por ello debemos restar importancia a lo sucedido. Occidente parece que no tiene intención de hacer nada serio para evitar otro zarpazo de otro mal llamado “lobo solitario”, excepto el de criminalizar a todo aquel  que ponga en duda las políticas adoptadas, a todo aquel que no esté dispuesto a seguir aplaudiendo un falso buenismo que nos está conduciendo directamente al desastre y a la perdida de nuestra identidad.

Las autoridades están más preocupadas en evitar críticas a su mala gestión, que en evitar que los atentados se repitan de forma recurrente. El enemigo al que combaten no es al islam, con el que son tremendamente comprensivos, es a todo aquel que denuncia la incompatibilidad de una determinada visión del islam con Occidente.

Se permite, se consiente que a jóvenes de origen musulmán nacidos en Occidente,  se les eduque en el odio a su vecino, a su semejante, es más que si les mata y el muere en el atentado, en el cielo estarán como mínimo 72 vírgenes esperándole con los brazos abiertos. No se controla lo que se enseña en las escuelas coránicas, ni lo que se predica en las mezquitas. Tampoco intentamos contrarrestar con valores y principios la expansión de una religión en Occidente, que es contraria a toda convivencia pacífica. Occidente está en crisis y decadencia y es responsabilidad nuestra, de todos nosotros el revertir la situación. No podemos esperar nada de autoridades y gobiernos cuya preocupación es solo silenciar y perseguir a todo crítico con su gestión.

No creo en los cuentos, y no creo en las mentiras sistemáticas que nos cuentan después de cada suceso. No creo en lobos solitarios, ni en borrachos que no saben conducir. No creo en hechos aislados. Vivimos la época de mayor ausencia de libertad individual nunca antes conocido. Estamos más vigilados y controlados que nunca, estamos bajo el pie y el yugo de la dictadura de lo políticamente correcto. Estamos bajo el dominio del pensamiento único. Nada escapa al control de las autoridades, y sin embargo son incapaces de evitar sucesos como los últimos atentados producidos en Europa y más concretamente en el Reino Unido.

No debemos conformarnos con el papel de meros espectadores, meros testigos mudos esperando que “otro lobo solitario” actué. Da la sensación de que las políticas de vigilancia y control es solo sobre nosotros, nunca contra el delincuente, el asesino o lobo solitario, nunca contra el islam y sus voceros en Occidente. Pareciera que somos nosotros los delincuentes por no asumir el destino que nos han preparado y organizado.

No veo voluntad política de acabar con esto. No veo intencionalidad alguna de terminar con un problema que las autoridades y los distintos gobiernos ayudaron a crear y que ahora son incapaces de solucionar. No nos resignemos y no asumamos como normal comportamientos y creencias que no lo son y que además son incompatibles con nuestros principios y con nuestra identidad.