AYÚDANOS A COMBATIR LA CENSURA: Clicka aquí para seguirnos en X (antes Twitter)

FIRMA AHORA: El manifiesto contra el genocidio de los niños


El ultramendicante Julio Ariza quiere arruinar a sus menguados espectadores

Redacción




Julio Ariza, en el Congreso de Vox. /Foto: YouTube.com.
Julio Ariza, en el Congreso de Vox. /Foto: YouTube.com.

Miguel Sempere

Con una escuálida programación, el discurso obsesivo de la menguante Intereconomía es la solicitud de dinero hasta arruinar a sus espectadores. Ariza pretende vivir a su costa, que le mantengan. El multimillonario Ariza, cuya sociedad El Periódico del Motor tiene un capital de 6 millones de euros, se emociona cuando un pobre jubilado llama diciendo que no tiene ni para sus gastos pero que contribuye.

Ariza va a estar pidiendo durante meses que serán años, dadas las abultadas deudas (69 millones a proveedores, 11,1 millones de Hacienda, 120 mil euros a Alfonso Arteseros, 600 mil a Josep Pedrerol). Empezó a pedir dinero en el año 2011. Ahora esa petición mendicante es persistente y obsesiva hasta resultar patética y molesta.

Ariza utiliza algunos argumentos realmente chocantes, como que, en el fondo, los espectadores financian a todas las televisiones, lo cual es bastante cierto, pero, exhaustos, ya no les queda para pagar los platos rotos de la mala gestión de Ariza, quien en su día exigió a Jaume Roures vendiera su patrimonio, cosa que él no ha hecho, propietario de un chalet en Mirasierra, otro en San Cugat y un tercero en Palma de Mallorca.

Los contribuyentes han pagado ya bastante los dispendios de Ariza, como, por ejemplo, los 18 millones de euros del crédito que le concedió Caja Madrid para comprar La Gaceta de los Negocios y que, por supuesto, no ha devuelto.

La pretensión de Ariza de presentarse como un enemigo del sistema, que defiende principios y por ello se encuentra en esta situación lamentable de penuria, en concurso de acreedores, es una de las mayores mentiras que se han soltado. Ariza ha reconocido que se ha dedicado a hacer el “juego sucio” de Mariano Rajoy y nunca le ha hecho ascos a chapotear en las cloacas del sistema, empezando por haber sido el mamporrero de Rajoy en la operación para tapar el caso Gürtel.

Rodrigo Rato es accionista de Intereconomía con el 5% a través de la sociedad El Manantial de Información, Mario Conde a través de Royal Oak. Así que el pensionista que destina unos euros, quitándoselo de sus más perentorias necesidades, ayuda, en parte alícuota, a Rato.

Como figura en la contabilidad de Intereconomía, acordó recibir 47.000 euros del PP catalán a cambio de silenciar un programa que ese partido consideraba crítico hacia sus postulados. En marzo de 2016 se desveló que Intereconomía recibió de la Fundación Aspergio, de la trama Púnica, 174.000 por un programa que tenía como tertuliano a Francisco Granados.

El problema de esta campaña mendicante que se anuncia perpetua es que Julio Ariza ya no engaña a casi nadie.