Enrique de Diego
Tienen la lengua llena de mierda, pero aún les cabe más, y de vez en cuando han de enseñársela a sus amos para recibir el visto bueno y seguir cobrando. Hay lenguas de mierda de izquierdas y de derechas, aunque todas, en el fondo, son y comen de la misma mierda.
Ahora tienen una extraña y al tiempo lógica unanimidad de histeria contra Trump que amenaza su mundo de mierda. Todos los llamados tertulianos, lacayos indignos del poder, están contra Trump y hacen alardes para ser los más histéricos.
Se ha llegado, en esta España tomada por los lenguas de mierda, hasta la desfachatez de plantear el impeachment antes de que tomara posesión Donald Trump. ¿En base a qué?
Todos los lenguas de mierda, que mienten más que hablan, vaticinaron que Trump no llegaría lejos, que sería desbancado en las primarias republicanas a las primeras de cambio, que, por supuesto, nunca ganaría las primarias, que el partido republicano acabaría con él en la convención, que era el mejor candidato para Hillary Clinton porque así lo ganaría por goleada. Y con tanto error, con tanta equivocación, con tanta estulticia, con tanta mentira todavía se atreven a opinar estos lenguas de mierda, del PSOE, del PP, de Ciudadanos y de Podemos, que todos son las misma mierda.
En vísperas, en La Noche 24, que dirige Víctor Arribas, una lengua de mierda se arranca para hacer méritos en su impúdica senectud que “si fuera norteamericana, me avergonzaría de tener un presidente así”. Bueno, usted no es norteamericana, a él le han votado 87 millones de norteamericanos, que se sienten identificados y representados, tanto que Trump podría montar su propio partido porque es un movimiento en sí.
De inmediato, todos los lenguas de mierda presentes se ponen a echar carreras y a repetir el estribillo: si fuera norteamericano, me avergonzaría…Lenguas de mierda, ¡sois españoles de esta mierda que habéis montado entre todos! Enrique Cerdá se pone a disculparse y a exagerar la nota y Antonio Casado suelta la patochada: “me avergonzaría de tener un presidente xenófobo”. Bueno, ese presidente lleva como primera dama a una eslovena. Ha sido votado por muchos hispanos, que han diferenciado bien entre defender las fronteras de delincuentes, narcos e ilegales, de la xenofobia.
Y al fin lenguas de mierda –y no dejo fuera a los lacayos orgánicos de Alfredo Urdaci y Antonio Jiménez– ¿Qué defendéis? ¿una España de dignidad? ¿o una España donde las eléctricas sangran a sus usuarios con 43 expolíticos en sus consejos de administración? ¿estáis defendiendo un mundo superior éticamente o estáis llevando, al servicio de vuestros amos, a la sociedad al desastre, al atolladero, al conflicto y al hambre? ¿estáis muy orgullosos de tener a Rajoy como presidente que ha vaciado la hucha de las pensiones? ¿lo estáis de haber llenado España de comedores sociales? ¿informáis, defendéis a la gente o a vuestros privilegios, sinecuras, prebendas, mamandurrias y los de la casta a la que servís? El día de la toma de posesión, el patético linchamiento a distancia de los mediocres empeora.
En el informativo, tres mensajes de los supuestos expertos: Trump es el fascismo, es la tercera guerra mundial, es la guerra civil. No es ninguna de estas tres cosas, pero las consignas se repiten. Y luego Mariano Rajoy dice que quiere tener buenas relaciones…pues debería mirar qué se dice en sus televisiones. Dejo al margen al pobre Graciano Palomo, que está en franca decadencia y tiende a exagerar como si se sorprendiera a sí mismo de que se le haga caso.
Como español, me avergüenzo de vosotros, lacayos, lenguas de mierda. Y tengo para mí que cada vez más españoles se avergüenzan y están hartos de vosotros, lenguas de mierda.