Miguel Blasco del Álamo. Director de Aquí La Voz de Europa.
En la primavera de 1996 Aznar llega al gobierno, pero con una mayoría simple que le fuerza a buscar alianzas para gobernar. Por otra parte, en política económica, el primer objetivo es intentar cumplir las condiciones del Tratado de Maastricht para poder entrar en el euro. Para formar alianzas Aznar pactó con los separatistas de Convergencia i Unió y del PNV, después de haber criticado al PSOE por hacer lo mismo. Pero Aznar fue mucho más allá, pues el lote de competencias que traspasó a las comunidades autónomas fue espectacular. Es lo que se llamó el Pacto del Majestic en el que, por cierto, ya estuvo en las negociaciones un tal Mariano Rajoy como Ministro de Administraciones Públicas. Fue una cesión y una rendición en toda regla al separatismo que, con las nuevas competencias, se hizo mucho más fuerte. Competencias en sanidad, educación, seguridad, impuestos, infraestructuras…la Policía Nacional desaparece del todo en Cataluña, con el agravante de que, a pesar de desaparecer seguía teniendo las competencias en inmigración, produciéndose un vacío legal que aprovecharon cientos de miles de ilegales para ir a Cataluña. Además, la Comunidad Valenciana también es entregada al separatismo catalán. Aznar fuerza al Defensor del Pueblo para que no recurra la Ley Lingüística de Cataluña mientras que en la Comunidad Valenciana Eduardo Zaplana crea la Academia Valenciana de la Lengua, con el objetivo de catalanizar del todo la lengua valenciana como un primer paso antes de la anexión del antiguo Reino de Valencia por parte del separatismo catalán. De aquellos polvos estos lodos. Ahora ya saben quién es uno de los responsables de que tanta gente joven en la Comunidad Valenciana vote a Compromís.
Con el PNV se hicieron cesiones parecidas, incluidas aceptar una de tantas treguas trampa de ETA, negociar con los terroristas, llamarles Movimiento de Liberación Nacional Vasco y acercar presos. En honor a la verdad, más tarde rectificó, porque contó con el apoyo de Estados Unidos en la llamada y falsa “guerra contra el terrorismo”. Apoyo nada desinteresado, como siempre. Con la guerra de Iraq Aznar tuvo que devolver el favor, que bien caro le costó.
En política económica empezó con privatizaciones a gran escala de empresas públicas, que fueron entregadas a amigos personales de Aznar por una décima parte de su valor. Algunas, como ENDESA, acabaron más tarde en manos del Estado italiano ¿para eso privatizamos estas empresas?¿para que acabaran en manos de potencias extranjeras? por otra parte, lo único que se hizo fue cambiar monopolios públicos por oligopolios privados. Aparte de esto, Aznar se encontró con dos circunstancias ajenas a él pero que le beneficiaron mucho. Fondos estructurales de la UE (entregados a España a cambio de destruir toda su economía productiva y convertirse en un país de servicios) y la bajada de los tipos de interés marcada por Alemania para estimular su economía, lo que impulsa el crédito de bancos y Cajas de Ahorros a la burbuja inmobiliaria que estaba a punto de empezar.
Burbuja empezada por Aznar y continuada por Zapatero que, al estallar, nos llevó a una corrupción y una crisis económica sin precedentes de la que todavía no hemos salido. Aznar nos metió en el euro (sin referéndum de ningún tipo) que iba a atraer en masa capital extranjero para seguir inflando la burbuja, iba a provocar un aumento de precios enorme y una pérdida de poder adquisitivo muy grande, además del peligro de entregar nuestra soberanía monetaria a poderes extranjeros disparando nuestra deuda a niveles de quiebra. El euro también iba a ser un efecto llamada para la invasión de productos chinos (arrasando nuestra industria y pequeño comercio) y, sobre todo, para millones de inmigrantes.
La entrada masiva de inmigrantes hacia España empezó antes, en 1999. Es en ese momento cuando Aznar y el resto de poderes fácticos de España dan la señal para meter a millones de inmigrantes en España. “Vienen a pagar las pensiones”, “a trabajar donde los españoles no quieren”, “el islam es la paz”…todo tipo de consignas fueron bombardeadas al pueblo español para que no hiciera nada por evitar esa entrada masiva por tierra, mar y aire. Cientos de miles de inmigrantes entraban ilegalmente en España, pero no en patera, sino en autobuses por los Pirineos y en avión por los aeropuertos. El gobierno de Aznar dio la orden de no controlar nada y dejarlos entrar absolutamente a todos. Vinieron tantos que hubo que empezar a hacer regularizaciones masivas. Aznar ganó las elecciones del año 2000 con la promesa de llevar a cabo un cierto control de la inmigración, pero tras las elecciones hizo todo lo contrario. En 2000 y 2001 regularizó en masa a muchísimos ilegales. Y de nuevo aparece en esta historia Mariano Rajoy, esta vez ejecutando la regularización masiva de 2001 como Ministro del Interior. Uno de los regularizados (a pesar de los antecedentes penales que tenía) por Rajoy y Aznar fue el ecuatoriano Gilberto Chamba “el monstruo de Machala” que en 2004 violó y asesinó a una joven ilerdense de 21 años: Isabel Bascuñana. (http://elpais.com/diario/2008/03/07/catalunya/1204855650_850215.amp.html) No sólo asesinos como este vinieron de Sudamérica en este descontrol total de nuestras fronteras. El fenómeno de las bandas latinas, cada vez más violento y hoy en pleno auge, también empezó con Aznar en el gobierno.
Con Aznar empieza la islamización de la que era partidario
Aznar abrió las puertas de España a su islamización. Fue con Aznar cuando empiezan a entrar marroquíes por cientos de miles y a abrirse mezquitas por toda España financiadas por el propio Marruecos y por Arabia Saudí. La política internacional de Aznar se planteó en parte contra Marruecos. Entonces ¿qué sentido tiene meter en tu propio país a cientos de miles de súbditos de otro país que es un enemigo potencial? Con la inmigración Aznar empezó la sustitución étnica del pueblo español por extranjeros. Nada hizo Aznar para potenciar la natalidad española. Todo lo contrario, durante su gobierno se provocaron más quinientos mil abortos y las ayudas a las familias fueron las más bajas de Europa. Al acabar su gobierno España es el mayor consumidor de cocaína de Europa. Aún peor, España sigue financiando con dinero público a todo el entramado social y cultural de ONGs, cineastas y grupos de extrema izquierda que buscan la implantación de una ingeniería social masónica y anti-nacional en España. Con Aznar empieza la telebasura a gran escala en España, empiezan las “crónicas marcianas” de turno y empiezan a emitirse ese tipo tan característico de programas y series de televisión (copiados de los americanos) de humor en los que, entre chiste y chiste, te cuelan el veneno del marxismo cultural destructor de pueblos. No es de extrañar que, al marcharse Aznar, de inmediato Zapatero apruebe todo tipo de leyes de ingeniería social sin mayores problemas. El pueblo español había sido preparado previamente durante los años de Aznar.
Aznar se carga el servicio militar obligatorio sin implantar ninguna alternativa para todos aquellos cientos de miles de jóvenes a los que podría interesar tener cierta instrucción militar y patriótica. Además, en el año 2000 promueve una condena internacional contra el partido austriaco FPO y su líder Jorg Haider tras conseguir unos buenos resultados electorales en Austria (curioso demócrata Aznar) y en año 2002 llega a condenar al mismo régimen del general Franco. En el año 2010, ya como ex-presidente, declara en Viena que “en Europa no tenemos un problema con el Islam, sino con el yihadismo y con los radicales”. Por eso, según Aznar, «las democracias europeas deben abrirse a la presencia en su seno del Islam«. Por si no quedaba lo bastante clara la catadura del personaje. (http://www.libertaddigital.com/mundo/aznar-las-democracias-europeas-deben-abrirse-a-la-presencia-del-islam-1276392153/)