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Silencio cómplice de la Iglesia: de 1.600.000 de cristianos, en Irak sólo quedan 300.000

Redacción




Martirio de un cristiano en Irak. /Foto: lasvocesdelpueblo.com.
Martirio de un cristiano en Irak. /Foto: lasvocesdelpueblo.com.

Enrique de Diego

De 1.600.000 cristianos que vivían en Irak, sólo quedan 300.000. En la provincia norteña de Nínive, habitaban 1.000.000 de cristianos y sólo quedan 200.000. Cientos de miles huyeron al Kurdistán iraquí. Las opciones que tenían eran convertirse al islam, irse o que los mataran.

No se dan cifras de asesinados. Según el obispo de Kirkuk, los cristianos han padecido “un genocidio similar a los armenios”. Uno de los mártires fue el arzobispo de Mosul, Paulos Faraj Rahho. Según Ayuda a la Iglesia Necesitada, «muchos cristianos han abandonado el país por la violencia de los radicales musulmanes. No hay familia cristiana que no cuente con algún mártir o asesinado por los extremistas. Los pocos que se quedaron habían emigrado al norte, a la ciudad de Mosul, donde la convivencia era más estable. Ahora han tenido que huir de nuevo. Ya no se oyen las campanas en pueblos ancestrales de la llanura de Nínive», apuntan desde esta institución eclesial.

Mártir cristiano. /Foto: mobile.twitter.com.
Mártir cristiano. /Foto: mobile.twitter.com.

Todas las Iglesias han sido destruidas. En la ofensiva sobre Mosul, el ejército iraquí ha liberado algunas poblaciones anteriormente cristianas como Bartella, Karamlesh, Qaraqosh y Bashiqa. Ahora son poblaciones fantasmas donde soldados cristianos, que luchan junto a los peshmergas, han hecho sonar las campanas y han erigido improvisados monumentos a los mártires. Según Emmanuel Youkhana, “no queda un solo cristiano que viva en territorio yihadista”.

En Ankawa (Irak), en un campo de refugiados cristianos, trabaja el sacerdote sirio-católico Benham Benoka junto con otros compañeros y religiosas. Atienden a 70.000 personas. Sus palabras son un grito desgarrador: «Estamos en una gran dificultad. Estamos muriendo».

Esta limpieza religiosa, este genocidio ha sido perpetrado con el silencio de los medios de comunicación, con la complicidad de Estados Unidos y la Unión Europea y con el silencio cómplice de la jerarquía católica, del Vaticano y de Bergoglio. Recientemente, la Pontificia Academia de las Ciencias organizaba una Convención con 80 alcaldes europeos para promover la acogida de los llamados refugiados. Nada parecido ha organizado el Vaticano en relación con la persecución de los cristianos. Las declaraciones de Bergoglio han sido pocas y genéricas, una de las más recientes: “el mundo odia a los cristianos por la misma razón que odiaban a Jesús porque ha llevado la luz de Dios a un mundo que prefiere las tinieblas para esconder sus obras malvadas”. Vale para un roto y para un descosido.

Nunca se hace referencia al islamismo, salvo el Informe sobre Libertad Religiosa de Ayuda a la Iglesia Necesitada que concreta: “el islam radical es la principal amenaza para la libertad religiosa”. Según ese informe, cada año son martirizados cien mil cristianos. Es posible que en Irak solo se haya superado esa cifra. Ahora empieza a conocer lo que el Patriarca Kiril de Moscú ha calificado de “catástrofe para la civilización”.

Bergoglio ha dicho que “los mártires de hoy son más que los de los primeros siglos” de la Cristiandad, pero también hizo unas delirantes declaraciones exculpando al islam de toda relación con la violencia y diciendo que “nosotros (la Iglesia católica) también tenemos nuestros violentos”. En su visita a la Isla de Lesbos, Bergoglio se llevó al Vaticano a tres familias musulmanas, cuyos gastos son pagados por los católicos, mientras dejó en tierra a familias cristianas.

Ha habido esporádicas iniciativas de la Iglesia en Francia y en Italia de oración por los cristianos perseguidos. En España sólo consta una vigilia de oración en noviembre en la diócesis de Valencia. Mientras la jerarquía católica ha silenciado el genocidio de los cristianos, persiste en su alucinada estrategia de promover la islamización demográfica de Europa. Así el cardenal Fernando Filoni, Prefecto de la Congregación para la Propaganda de la Fe, en una reciente visita a España insistía en derribar las fronteras europeas para acoger “a quienes huyen de la guerra, de terribles situaciones de sufrimiento que pasan las familias y que les afectan tanto personal como socialmente. No se trata de un gesto de piedad. Son comunidades con tradiciones riquísimas pero a las que la ignorancia nos lleva a mirarlos con desconfianza”.

Rambla Libre se ha puesto en varias ocasiones en contacto con Ayuda a la Iglesia Necesitada a fin de conocer si había algún plan de salvamento de los cristianos y de posible acogida de niños cristianos. La respuesta ha sido negativa. “De eso se encarga el Estado”, indicaron.

Según el cardenal Fernando Filoni, “la ayuda nunca ha sido exclusiva para los cristianos. Cuando fui en nombre del Santo Padre a llevar la ayuda la compartí con todos, católicos o no, de minorías, como los yazidíes y otras pequeñas comunidades que también han sufrido. No se ha hecho diferencia para darle un plato de comida, sino que ha sido una ayuda abierta”.

La pretensión de la jerarquía católica de convertir las naciones en sociedad islámicas donde los cristianos sean perseguidos –asesinato de un sacerdote francés, atentado contra un mercadillo navideño en Berlín- sitúa, objetivamente a la jerarquía católica como enemiga de la sociedad cristiana y no merece la recepción del más mínimo dinero por parte de los cristianos.