Virginia Montes
Clara victoria del no, según los sondeos a pie de urna. Clara derrota de Matteo Renzi y de Bruselas, puesto que la campaña ha hecho que se votará por motivaciones y cuestiones bien distintas a la reforma constitucional, que era el contenido real. La llamada crisis de los refugiados también ha pasado factura. El no habría ganado, según los sondeos a pie de urna, con un tumbativo 60%. La encuesta de la RAI daba una horquilla entre el 54 y el 58%. La participación ha sido del 69,24%.
Las consecuencias no pueden ser minimizadas. Se trata de un terremoto en toda regla que no sólo afecta a la política italiana. En Italia, desde luego, será preciso ir a elecciones generales anticipadas y esa espera la inmediata dimisión de Matteo Renzi, que había unido el resultado a su continuidad. Pero los efectos van a recorrer toda Europa, empezando por esa estafa piramidal de las primas de riesgo. La Unión Europea puede darse por finiquitada, tal y como la conocemos. Se ha votado contra Bruselas y no sólo en clave nacional. Una clave ha sido la política de refugiados, que son alojados en hoteles con una paga semanal, algo que no pueden permitirse muchos italianos. La corrección política está destruyendo a la Unión Europea.
Todos los partidos que han apoyado el no son partidarios de la salida del euro. Tras el Brexit, Matteo Renzi había tomado protagonismo formando una especie de troika con Ángela Merkel y con François Hollande, como una especie de retorno al origen del núcleo duro de la vieja Comunidad Europea, trastocada por el avance expansivo de la burocracia de Bruselas. Ahora va a ser cuestión de qué se hace con todo ese aparataje, quién es quién apaga la luz.
Matteo Renzi dimite
La primera consecuencia, como estaba previsto, es la dimisión de Matteo Renzi, que ha hecho pública sin esperar al recuento oficial de los votos. Previsiblemente, el presidente de la República designará a un miembro del actual Gobierno como primer ministro con el encargo de convocar elecciones que podrían ser en primavera. El resultado -vaparalo para Bruselas y su corrección política- sin paliativos está siendo celebrado en las calles en numerosas ciudades italianas.