Virginia Montes
En su informe anual sobre Alemania, el FMI afirma que “el Deustche Bank es el factor de riesgo sistémico más importante que pende sobre la arquitectura financiera internacional”.
Con pérdidas de 6.700 millones en 2.015 y caídas de ingresos del 22% en el primer trimestre de 2.016, el Deustche Bank tiene una delicada ratio capital-activos, el indicador Tier 1, según las normas de Basilea. Ese indicador, según el FMI, ha caído “de forma abrupta y precipitada” en el conjunto del sistema financiero alemán, que está prestando poco y sólo a empresas alemanas.
La economía alemana, y su sistema financiero, tiene una alta exposición a los bajos tipos de interés, política del Banco Central Europeo, que, sin embargo, beneficia a Italia y España. Alemania tiene una amenaza de sobrecalentamiento en el sector inmobiliario y una condición excesiva de los mercados exteriores, de las exportaciones: el 45,7 de su PIB, por el 22,6% de China y el 13,4% de USA. Para mantener las ventas en el exterior, las empresas alemanas están estrechando los márgenes.
Con pleno empleo y una industria dinámica, Alemania renquea. La previsión del crecimiento del PIB alemán para 2.017 ha sido corregida hasta reducirla medio punto estableciéndose en el 1,3%.