Enrique de Diego
Podemos es una empanada de siglas a la que Pablo Iglesias da cierta cobertura intelectual con esa falacia de España “como nación de naciones”, que también ha asumido Pedro Sánchez, al que insistentemente se acusa de haber puesto en peligro la unidad de España negociando con separatistas.
En todo esto ha habido y hay mucho de hipocresía. ¿Quién está para tirar la primera piedra? Felipe González gobernó con el apoyo de los separatistas entre 1993 y 1996 y José María Aznar, con el Pacto del Majestic, entre 1996 y 2000. El patriota avinagrado de pulsera que es Aznar dio órdenes estrictas de que el Defensor del Pueblo no presentara recurso de inconstitucionalidad contra la Ley de Normalización Lingüística –todo un proceso de ingeniería social- de Jordi Pujol. También fue quien permitió el despliegue de los mossos d’esquadra
Pero quien más ha hecho contra la unidad de España hasta el momento ha sido Mariano Rajoy, que se ha dedicado a financiar con el Fondo de Liquidez Autonómica a la Generalitat levantisca, que sin ese permanente socorro financiero hace tiempo que habría quebrado. Ahora, socorrida permanentemente, la Generalitat quiere desconectarse de la Agencia Tributaria.
Es Mariano Rajoy el que tendría que haber aplicado, desde hace tiempo, el artículo 155 de la Constitución, interviniendo la Generalitat catalana, y el que ha decidido esconderse detrás del Tribunal Constitucional, cuya legitimación, por politizada, es escasa. El que sigue una estrategia de irrelevantes y timoratas maniobras judiciales que no hacen más que encrespar y dar alas al separatismo sin marcarle límites.