Miguel Sempere
Por 139 votos a favor y 96 en contra, el PSOE ha decidido rendirse a Mariano Rajoy y hacerle presidente. Una decisión que pasará una altísima factura a ese partido. No se opta por la abstención selectiva, sino por la disciplina de voto. El PSOE votará que no en la primera votación, para mostrar que está en contra de las políticas del PP, y luego se abstendrá para romper el bloqueo.
Ocho federaciones de mostraron a favor del no. Tres presidentes autonómicos que se han decantado por la abstención, el valenciano Ximo Puig, el castellano-manchego Emiliano García-Page y el aragonés Javier Lambán, han guardado silencio para no alimentar los problemas con Podemos en sus respectivas comunidades. Miquel Iceta ha mantenido el no, que seguramente será la postura del PSC, a pesar de las llamadas a la disciplina. Susana Díaz no ha sido capaz de pronunciar la palabra abstención en su intervención.
El valenciano tiene serios problemas en su federación. Inmediatamente después del Comité Federal, Pedro Sánchez ha lanzado un mensaje a través de twitter remitiéndose a la militancia para recuperar, pronto, un PSOE renovado «alejado del PP«. Las espadas siguen en alto.