Enrique de Diego
Al dictado del adinerado Felipe González, y del multimillonario José Bono, jaleados por la derecha mediática pepera, en amalgama obscena, los llamados barones quieren convertir a Pedro Sánchez en el chivo expiatorio de todos los males del PSOE para luego entregarse como la escupidera de Mariano Rajoy.
Proclaman que ya tienen los 17 miembros de la ejecutiva dispuestos a dimitir para forzar una Gestora, que, si no, tendrían la mayoría del Comité Federal. Se trata de un golpe de mano con apariencia democrática dictado por el de la cal viva y Filesa, porque un secretario general ha de ser elegido, y revocado, en Congreso y por la militancia, con primarias.
Pero, sobre todo, se trata de la conjura de los necios para defender sus privilegios, para mantener abiertas las puertas giratorias y para conseguir impunidad para este sistema corrupto –PSOE y PP, la misma mierda es-.
Una conjura en el que está clara la estrategia de demolición, pero no hay un proyecto para el día después, en el que no se sabe si el candidato a secretario general va a ser la marioneta garbancera y atropellada de Susana Díaz, el patético clon de Bono, Emiliano García-Page o el muermo de Eduardo Madina, a sueldo de Telefónica.
Es la conjura del Ibex 35 y el Grupo Prisa contra los militantes y los votantes del PSOE, para ir luego a Rajoy no a negociar sino a entregarse, a rendirle pleitesía y pedirle que les conceda alguna dádiva para justificar una abstención indigna. No hay dignidad, no hay decencia, ni tan siquiera hay estilo en esta marrullera conjura de los necios, de ese PSOE inmovilista y corrupto de los ERES. Y ¿quién será la del niqab? ¿la Cospedal o Susana Díaz? Vivimos la etapa terminal del sistema. Bueno va a ser que se vea que PSOE y PP son lo mismo, las dos caras de la casta.