Miguel Sempere
Tras meter la mano en la hucha de las pensiones (8.700 millones de euros) y a fin de mantener los privilegios de la casta, y tapar los agujeros de todo lo que han robado y roban los peperos, mentiroso Rajoy, que hizo su campaña –de nuevo- con la promesa de bajar impuestos, la primera medida que va a adoptar es subir la presión fiscal a las tambaleantes empresas subiéndoles el Impuesto de Sociedades, restándoles liquidez, para cuadrar las cuentas públicas desequilibradas por los despilfarros de unos inútiles que, como Margallo, se hacen la liposucción con cargo al contribuyente.
El incompetente Luis de Guindos, ministro de mentiroso Rajoy y que ya quebró a Leman Brothers, dice que prevé ingresar 6.000 millones más con una subida de las retenciones a cuenta de ese impuesto. España está un paso más cerca de la multa. Los ministros de Economía de la UE ya han dado luz verde al procedimiento de infracción por los incumplimientos del déficit en 2015. La sanción puede ser de hasta 2.100 millones, más la congelación de fondos estructurales. Ante la cercanía de esa decisión y tras constatar las dudas de los socios sobre la credibilidad fiscal española, esta vez Rajoy no espera ni a la formación de Gobierno para incumplir sus promesas electorales: Guindos pasó a la ofensiva y anunció en Bruselas que España recaudará 6.000 millones adicionales con una subida de los tipos de la retención a cuenta del impuesto de sociedades, básicamente para las grandes empresas. Eso siempre dicen al principio, luego se ceban en las Pymes. Las compañías adelantarán el dinero -si les queda- y ayudarán así a cuadrar las cuentas del Estado, como ya sucedió en 2011 con el anterior Gobierno socialista.