
Enrique de Diego
Partamos de las verdades evidentes, de esas que el enloquecido Rajoy no es capaz de percibir: el PP no ganó las elecciones, fue, de nuevo, el más votado. Y depende del PSOE para ser investido y gobernar, y el PSOE no se presta al borboneo felipista: no es no y no votará en cualquier investidura de Rajoy, que, simplemente, no puede formar Gobierno.
La única suma aritmética viable es la que componen PSOE, Podemos y Ciudadanos y lo demás es comentario y rollos mentales de gran coalición. Rajoy está en babia y, como ya dijo RL, su victoria fue pírrica.
Tres noes como tres castillos al alucinado Rajoy
Pedro Sánchez ha sido claro y rotundo ante el Comité Federal: «no a la gran coalición, no a apoyar un Gobierno del PP desde fuera y no a apoyar al PP en su investidura». De las tres opciones, abstención, voto a favor o voto en contra, «los socialistas votaremos en contra».
«Los españoles nos han situado en la alternativa. Y la alternativa al PP no puede ser la solución del PP. Así de sencillo y así de claro». Toca a Rajoy y el PP mover fichas para intentar formar un Gobierno estable y, si no puede, que deje de marear la perdiz. Sánchez ha impelido a Rajoy a que «se ponga a trabajar de verdad, que anuncie cuanto antes su voluntad o no de ir a la investidura, que construya una oferta programática que le permita ganarse apoyos entre sus aliados naturales, entre los que no se encuentra el PSOE, y que no espere a que el resto resolvamos su investidura».
«No sé si el señor Rajoy quiere comprometerse con sus votantes en que va a liderar un Gobierno. Los socialistas sí que nos comprometemos hoy a liderar la oposición. En que vamos a ser la alternativa a la derecha».
«Tenemos muchos e importantes retos por delante. El primero, estar a la altura de nuestra condición de alternativa que nos han encomendado los ciudadanos. Y al mismo tiempo, ser capaces de avanzar con paso firme en la renovación política de nuestro proyecto, condición que nos permitirá ganar en credibilidad, ampliar la base electoral y convertirnos de nuevo en el referente de la mayoría de los españoles», ha dicho ante el comité federal.
«Somos un partido de Gobierno porque sólo gobernando el presente se transforma el futuro. Esta es nuestra diferencia con otros dirigentes de izquierdas que invocan un futuro mejor que nunca llegará, porque permiten gobernar a la derecha el presente», ha añadido Sánchez en una crítica dirigida a Podemos. «La mayoría de españoles progresistas frenaron el intento de un conglomerado de más de 25 siglas cuyo principal objetivo era derrotar al Partido Socialista, por cierto, con el aplauso y el apoyo de la derecha. Fracasaron, como no lo lograron hace décadas Aznar y Anguita«. En opinión del secretario general del PSOE, «el precio de la obsesión de Iglesias por el sorpasso sólo ha tenido un triunfo: evitar un Gobierno socialista y preservar el Gobierno de Rajoy. Hay que reconocer su éxito en ese esfuerzo. Ahí sigue el señor Rajoy. Enhorabuena, señor Iglesias. Todo un logro histórico…».
Sánchez ha mantenido que su partido, «en las peores condiciones y contra una confluencia poderosa de intereses, ha demostrado fortaleza». «La derecha puede ganar las elecciones al PSOE. Pero nunca, por mucho que encuentren aliados en su intento, podrá acabar con el PSOE», ha señalado entre aplausos.
Susana Díaz, crítica, pero sin plantar cara
La intervención de Susana Díaz fue crítica, pero no directamente confrontada con el secretario general. Coincidió en que “le corresponde a Mariano Rajoy” intentar formar gobierno. Susana Díaz no está a favor de que lo intente Pedro Sánchez, pues “esos debates que se han abierto de que podemos formar gobierno pueden convertirse en una pesadilla”. El elemento de autocrítica es que no ha habido sorpasso, pero “nos hemos salvado por la campana”. Deja en manos de Pedro Sánchez decidir si sería conveniente la abstención. Le promete lealtad, pero «no puede haber terceras elecciones, porque sería una catástrofe».
Hacia un gobierno de Sánchez con Podemos y Ciudadanos
Fracasada la conjura de la ignorante proteica de Susana Díaz, pelele de un Felipe González avejentado que no es consciente de que su tiempo ya pasó hace tiempo, la única salida si se quieren evitar unas terceras elecciones es un Gobierno de Pedro Sánchez con Podemos y Ciudadanos. Pero Pedro Sánchez está midiendo bien los tiempos –hay que dejar de minusvalorarle, es un político muy sólido- y primero el triste de Rajoy tiene que autocalcinarse.
Por tanto, queda tiempo para el análisis, pero, ahora, Podemos y Ciudadanos han de estar más a favor de entrar en el Gobierno porque eso les evitaría la crisis larvada que les puede estallar. Pablo Iglesias tendría muy difícil un segundo rechazo para apuntalar de nuevo a Rajoy y si bien a Ciudadanos sus financiadores de la casta le van a exigir que no pacte con Podemos, si no accede al Gobierno lo mejor que pueden hacer Albert Rivera y su patética pandilla de metrosexuales es disolverse e irse a casa.
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