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Las relaciones eran tensas en la familia Sala Martínez

Redacción




 

La familia, en el funeral. /Foto: elmundo.es.
La familia, en el funeral. /Foto: elmundo.es.

Josep Sansano

Hay que ser prudentes y mantener la presunción de inocencia, pero lo cierto es que en el recinto en que se habían construido diversas casas para los hijos existía una relación tensa por motivos económicos y de control de las empresas, algunas de las cuales podrían ser, además, negocios turbios.

María del Carmen Martínez había optado claramente por su hijo varón, Vicente Sala Martínez, en detrimento de sus tres hijas. El hijo había tomado el control de las empresas con el apoyo de la madre, detentadora de la acción de oro y con capacidad de veto. También había decidido que en caso de muerte la acción de oro pasara al hijo varón, pero esa decisión había sido recurrida, por considerar que se vulneraban sus derechos, y el Registro Mercantil les había dado la razón.

La viuda del expresidente de la extinta Caja de Ahorros del Mediterráneo tenía pocos días después de su asesinato, el 9 de diciembre, cita con el notario, lo cual podría haber sido el detonante de su asesinato, aunque no se conoce el contenido de la cita.

En contra de Miguel López, yerno, casado con la hija pequeña, juega, además del conflicto familiar, el hecho de que el asesinato se produjera en la zona de lavado de coches de Novocar, negocio familiar que él regentaba como administrador único, el que los trabajadores no oyeran nada y tampoco vieran a nadie sospechoso y el que tenga licencia de armas y practicara el tiro olímpico. María del Carmen Martínez recibió dos certeros disparos a quemarropa en la cabeza.