Enrique de Diego
¡Ni Rajoy ha ganado las elecciones, ni sirve de nada que el PSOE se abstenga! Ya vale de engaños y de estulticias.
El sistema político española ha llegado a su reducción al absurdo y, con Mariano Rajoy, a una situación de completo ridículo. Nuestros políticos se han acostumbrado tanto a mentir que se creen sus propias mentiras e incluso que mintiendo cambian la realidad.
¡Rajoy no ha ganado las elecciones, es sólo el más votado!
Una mentira que ya produce hastío e incluso náuseas es esa tan repetida por Rajoy y su coro de mariachis y de papagayos lacayos de que ha ganado las elecciones. No, no ha ganado las elecciones. Ha sido, ni más ni menos, que el más votado. No tenemos un sistema mayoritario, ni presidencialista de elección directa, ni tan siquiera tenemos doble vuelta.
Así que Rajoy no ha ganado las elecciones, y por eso, ahora, lo que no hizo tras el 20-D, está recibiendo a todo el mundo, incluido a Joan Tardà de Esquerra Republicana. Si hubiera ganado las elecciones no recibiría a nadie. Recibe porque necesita apoyos y no los tiene, porque gana las elecciones –bingo- el que consigue reunir mayoría absoluta en el Congreso, o mayoría simple en segunda votación, si está tan apegado al poder que está dispuesto a calcinarse gobernando en minoría y si quiere condenar a la nación a la inestabilidad.
Ha llegado de Andalucía la ignorante proteica de Susana Díaz con su matraca
Ha venido otra ignorante proteica desde Andalucía, Susana Díaz, que la ha dado cuerda el amo del cortijo, Felipe González, y ya resulta molesta con el mantra de que “hay que dejar gobernar a Rajoy”. ¿En qué consiste eso de dejar gobernar a Rajoy? Se repiten las bobadas y a ver si cuelan. Rajoy, por ejemplo, ha presionado con que tiene que aprobar los Presupuestos, que con esta maravillosa recuperación que él se ha creído que hay se puede estropear. El PSOE, algo que no debe haber valorado la ignorante de Susana Díaz, para dejar a gobernar a Rajoy tiene que estar dispuesto a abstenerse siempre, a aprobar conjuntamente los Presupuestos o a abstenerse. Pero la ignorante proteica de Susana Díaz repite que los españoles han mandado a los socialistas “a la oposición”. Mujer, si el PSOE se abstiene no pasa a la oposición, pasa al Gobierno, porque si no el Gobierno no dura dos días, que a la primera votación lo tumban.
Si ya de por sí nuestro sistema electoral es nefasto, con un sistema político que es mezcolanza de poderes, encima esta inmensa mediocridad empieza a ser tan cargante como peligrosa para el devenir patrio.
Rajoy depende del PSOE, de Pedro Sánchez. En RL lo dijimos desde el primer día, como también que las matemáticas vuelven a estar de su lado, porque las dos únicas opciones para la estabilidad son la gran coalición, que eso nadie lo acepta en el PSOE, o un Gobierno PSOE-Podemos-Ciudadanos, si bien los de Albert Rivera -¿por qué no va pensando en abandonar la política, si no toca poder?- tienen demasiados préstamos bancarios de La Caixa y el Banco Sabadell, como para no ponerle un cortafuegos a los de Podemos.
Minusvalorar a Pedro Sánchez es un error y dos estrategias contradictorias
Y eso de que Susana Díaz le iba a cortar la cabeza a Pedro Sánchez está por ver. A estas alturas, minusvalorar a Pedro Sánchez es un error. Ha aguantado la presión y ha nadado contracorriente; ha demostrado fortaleza de ánimo. Tras el 26J se ha preservado dejando la escena a sus adversarios; bueno, mejor a su locuaz adversario. Así ha evitado el desgaste personal y entrar en polémicas. A medida que avanzan los días parece que la que se está quedando sola, con su prepotencia fatua, es Susana Díaz.
Emiliano García-Page no parece seguir las directrices de la andaluza y Guillermo Fernández-Vara se ha matizado bastante, como ahora es casi norma: nadie parece medir las consecuencias de sus palabras y se desdice casi en el mismo día, como el charlatán de feria de Albert Rivera que ahora sale con que nunca ha habido veto a Rajoy.
Socialistas vascos, asturianos, catalanes, castellanos, madrileños, baleares se han pronunciado en contra de la conjura de Susana Díaz y su mentor, Felipe González. Ambos han cometido un error de principiantes: unir dos estrategias que en sí son contradictorias: permitir gobernar a Rajoy, como dicen ellos, que sería apoyar a Rajoy o quedaría en agua de borrajas y cobrarse la cabeza de Pedro Sánchez. Descabezar al PSOE, que ha de hacerse en un Congreso, para darle el poder a Rajoy, no hay quien lo entienda, y parece que cada vez lo comparte menos gente en el PSOE. Pero no adelantemos acontecimientos ante un Comité Federal decisivo y clarificador.