Enrique de Diego
La psiquiatría es, muchas veces, una gran mentira, un negocio con el sufrimiento humano. La psiquiatría moderna ha dejado de ser curativa –no busca el bien del paciente- sino sedativa –busca el bien del médico y su corte, para no ser molestados-.
Con esa deshumanización, se ha hundido en la mentira. Eso sucede, en nivel máximo, en la Unidad de Psiquiatría del Hospital General de Elche, donde algunos deberían perder su puesto de trabajo, empezando por su nefasto jefe, José Vicente Baeza, según numerosas fuentes consultadas y solventes.
Lo mismo, añaden las fuentes directas, cabe decir de Estefanía Pérez, psiquiatra del USM del Raval, en Elche. Ambos, Baeza y Pérez, son, claramente, dos falsarios y, por ende, han de ser tenidos por incompetentes.
Según expresan en un informe, dicen sobre un enfermo que “es atendido desde hace años en la USM del Raval, tanto por psiquiatra como por psicólogo”. Cualquiera puede deducir que se le ha tratado con visitas periódicas, una vez a la semana o una vez al mes. “Atendido desde hace años…” en realidad, según he podido comprobar fehacientemente, con toda seguridad, es una sola visita en toda la vida y, por supuesto, nunca al psicólogo. Así se miente ahora en España por funcionarios que están a cobrar a fin de mes y a no servir a los ciudadanos.
Se ha puesto de moda decir una cosa en privado y poner otra por escrito, en un dominio completo de la mentira. En privado siempre se dice que “no hay recursos”. No hay recursos porque los políticos han robado a manos llenas, se lo han llevado a Panamá y a Las Bahamas. Porque se lo han gastado en fastos faraónicos, como el dilapidador Eduardo Zaplana, o en aeropuertos, como el de Castellón, que nadie utiliza y también en pagar a demasiados funcionarios, que hacen como si el sistema funcionara, mareando la perdiz, como si mantuvieran un decorado de cartón piedra.
Estos osados –la ignorancia es siempre atrevida- llegan, con tal de no trabajar de verdad y no resolver los problemas, a estampar que “la patología del paciente no limita su capacidad para el gobierno de su persona”, cuando tiene dictada sentencia de incapacidad, así que tienen por totalmente incompetente a Encarnación Aganzo Ramón, titular del Juzgado de Primera Instancia nº 5 de Elche.
Así que, con tanta mentira en las premisas, llega el tal Baeza a la conclusión de que “el recurso más adecuado para su atención psiquiátrica es el que tiene, la USM de Raval”, donde no ha aparecido nunca. La mentira tiene las patas cortas, Baeza y Pérez. Hay que trabajar más y ganarse el sueldo o a la calle.