Javier de la Calle.
Las polémicas de Estados Unidos llegan deformadas a Europa por el cutre replique de la prensa de noticias sesgadas de medios globalistas. Así está ocurriendo con el desmantelamiento de la USAID, organización encargada de repartir miles de millones en ayuda humanitaria. La realidad es otra. Este dinero sirve para que entidades bajo la careta de las ONG impongan la agenda woke. Elon Musk ordenó reducir el gasto público y su personal intento acceder a la sede de la USAID, donde hay recelo en no facilitar información confidencial. El dinero público estadounidense es la gasolina del globalismo venenoso en medio mundo.