AYÚDANOS A COMBATIR LA CENSURA: Clicka aquí para seguirnos en X (antes Twitter)

FIRMA AHORA: El manifiesto contra el genocidio de los niños

Once muertos en un ensayo de una vacuna contra la gripe aviar «segura y eficaz» mientras las grandes farmacéuticas se apresuran a distribuir las vacunas

Redacción




Están surgiendo serias preocupaciones de seguridad después de que 11 participantes murieran durante los ensayos de la vacuna contra la gripe aviar AUDENZ™, promocionada como “segura y efectiva” por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA).

Los medios de comunicación tradicionales han encubierto las alarmantes muertes y están alimentando preguntas sobre si se están pasando por alto las lecciones del controvertido lanzamiento de la vacuna COVID-19.

En medio de un creciente alarmismo de los medios de comunicación y los funcionarios de salud sobre una posible pandemia de gripe aviar, los gigantes farmacéuticos y las autoridades sanitarias se están apresurando a acelerar las vacunas H5N1, lo que genera preocupaciones sobre la seguridad y el ritmo acelerado de desarrollo.

La Dra. Leana Wen, una destacada defensora de la salud pública, ha pedido a la administración Biden que agilice la autorización de la vacuna en las semanas que le quedan de presidencia para reforzar las defensas del país. “No podemos permitirnos esperar”, afirmó la Dra. Wen. “Los retrasos en el desarrollo y la distribución de la vacuna podrían dejarnos sin preparación para el peor escenario posible”.

Sin embargo, los críticos sostienen que el desarrollo apresurado de AUDENZ™ (una vacuna aprobada para uso de emergencia) refleja los errores cometidos durante el lanzamiento de la vacuna contra la COVID-19, donde las pruebas de seguridad poco claras provocaron una desconfianza generalizada del público y un aumento vertiginoso de los eventos adversos.

El Reino Unido ya ha pedido cinco millones de dosis de la vacuna AUDENZ™ como parte del plan de preparación para la pandemia del gobierno, y otros países europeos se preparan para seguir su ejemplo. Pero los datos de sus ensayos clínicos pintan un panorama preocupante.

Además de las 11 muertes, los participantes del ensayo experimentaron niveles elevados de troponina T, un marcador de estrés o daño cardíaco, lo que aumenta la preocupación por posibles lesiones cardíacas.

El diseño del ensayo también ha suscitado críticas. Los participantes sólo fueron monitoreados durante unas pocas semanas, por lo que no se dispone de datos de seguridad y eficacia a largo plazo.

El Dr. Richard Bartlett, un firme defensor de normas rigurosas de seguridad de las vacunas, expresó serias preocupaciones.

“Hacer un seguimiento de los participantes durante unas pocas semanas es totalmente inadecuado”, afirmó el Dr. Bartlett. “Necesitamos al menos entre seis meses y un año para evaluar los efectos a largo plazo y controlar las complicaciones tardías”.

El Dr. Bartlett también cuestionó el alcance limitado de la vacuna: “El prospecto indica claramente que AUDENZ™ solo protege contra el subtipo H5N1 específico de la vacuna. ¿Qué sucede si el virus muta? El público merece respuestas antes de que comencemos a distribuir millones de dosis”.

La presión para obtener vacunas contra la gripe aviar ha revivido los recuerdos de la apresurada distribución de la vacuna contra la COVID-19, que muchos críticos creen que priorizó la velocidad sobre la seguridad.

Las vacunas contra la COVID se introdujeron bajo autorizaciones de uso de emergencia con datos limitados de seguridad a largo plazo, y las consecuencias han sido desastrosas para algunos.

Los informes de eventos adversos, que incluyen miocarditis, coágulos sanguíneos y problemas neurológicos, han alimentado un escepticismo generalizado y erosionado la confianza pública en las autoridades sanitarias.

“Las vacunas contra la COVID-19 deberían habernos enseñado que apresurarse a implementar protocolos de seguridad tiene un alto costo”, dijo el Dr. Bartlett. “En lugar de aprender de esos errores, parece que los estamos repitiendo, esta vez con una nueva amenaza de pandemia”.

Si bien la preparación para una pandemia es importante, no puede lograrse a expensas de normas de seguridad rigurosas o supervisión ética. Sin embargo, una y otra vez, la élite mundial, en asociación con las grandes farmacéuticas, ha explotado el miedo público (amplificado por el alarmismo incesante de los medios de comunicación) para impulsar sus agendas, obligando a las masas a aceptar vacunas apresuradas con una transparencia mínima.

El público merece protección y rendición de cuentas, sin atajos que puedan repetir tragedias pasadas.

El llamado de urgencia de la Dra. Wen llega en un momento en que la administración Biden enfrenta una creciente presión de las grandes farmacéuticas y la camarilla de la COVID para que actúe con rapidez. Sin embargo, los cambios políticos inminentes alterarán drásticamente el panorama.

La administración entrante de Trump, con figuras como Robert F. Kennedy Jr. en roles clave en materia de salud, ha preparado a las grandes farmacéuticas para el escrutinio y posibles obstáculos a sus iniciativas de vacunación.