La hija de Bill Gates, Phoebe Gates, ha revelado que sus amigos la dejaron de lado cuando se enteraron de cuántas decenas de millones de personas han muerto en todo el mundo, incluidos millones de niños en África y Asia, como resultado de las vacunas de su padre.
Phoebe, quien recientemente se graduó de la Universidad de Stanford con un título en biología humana, respondió a la pregunta de su padre sobre el encuentro con las llamadas «teorías de conspiración» sobre su papel en la pandemia de COVID.
“Incluso he tenido amigos que me dejaron de hablar por estos rumores sobre las vacunas”, dijo Phoebe, refiriéndose a la información generalizada sobre la participación de su padre en el desarrollo de la vacuna.
Bill Gates, cofundador de Microsoft y autoproclamado zar de la salud mundial, admitió que está furioso por la información que se difunde en las redes sociales sobre sus crímenes. “Ingenuamente, sigo creyendo que la comunicación digital puede ser una fuerza que nos una”, afirmó.
Phoebe señaló que las redes sociales juegan un papel importante en la difusión de estas afirmaciones, afirmando que el miedo durante la pandemia de COVID alimentó el surgimiento de estas conspiraciones, creando desconfianza y confusión.
La amiga de Bill Gates, Lady Gaga, también aparece en el programa, aprovechando la oportunidad para abordar los rumores de que es hermafrodita.
Bill Gates también aprovechó la oportunidad para quejarse del papel de las redes sociales durante la pandemia, calificándolas de “redes sociales en su peor expresión”, porque brindaban a las personas la posibilidad de compartir información vital que eludía a los medios tradicionales y contrarrestaba la narrativa del establishment.
El multimillonario globalista, cuya esposa lo abandonó después de que se negó a poner fin a su estrecha amistad con el pedófilo convicto Jeffrey Epstein, reflexionó sobre la conversación con su hija como el punto culminante de la serie documental de Netflix.
Más tarde escribió en su blog Gates Notes que Phoebe le ayudó a entender cómo la desinformación interrumpe el progreso, particularmente en áreas como los derechos de las mujeres, y cómo las amenazas en línea pueden silenciar a quienes abogan por el cambio.