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Carta del Editor: ¡Prohibir las malditas timo vacunas y los perversos vídeojuegos!

Redacción




Enrique de Diego.

De la terrible tragedia del homicidio del pequeño Mateo, de 11 años, en Mocejón, podemos extraer algunas conclusiones que se refieren a graves enfermedades que aquejan a nuestra sociedad y tienen un efecto terrible, y a veces letal, sobre nuestra juventud.

Antes conviene referirse a la farsa montada por el Estado putrefacto dedeshecho en torno a la detención de Juan Francisco, ni más ni menos que la friolera de 30 horas después, lo que ha llevado a la delirante situación de no encontrar el objeto punzante hipotéticamente lanzado a una acequia donde la Unidad Subacuática ha naufragado lamentablemente. Y otras delirantes y abracadabrantes escenas permitidas por la Guardia Civil woke, auténtica escoria, como la asistencia a la Santa Misa de Juan Francisco, el presunto asesino, poniendo en peligro a la feligresía.

Póngase a la vergüenza pública las numerosas mentiras y pistas falsas lanzadas y filtradas al peso como el Ford Mondeo, que sólo pueden haber salido del gabinete de prensa woke de la Guardia Civil híper woke, terminales de La Moncloa. Luego el cachondeo lírico del secreto del sumario decretado por la juez del Juzgado de Intrucción de Toledo, por el que todos nos enteramos de todo el interrogatorio, hecha sin las debidas garantías procesales, sin asistencia letrada, incurriendo en nulidad de actuaciones y convirtiendo en papel mojado la confesión, a pesar de lo cual la magistrada sin tomar propiamente declaración ingresa en prisión provisional sin fianza a Juan Francisco. Claro que el abogado de oficio debe estar haciendo el paripé como larga mano de la Fiscalía y de la Magistrada. Una chapuza monumental, estricta carnaza para la prostituida prensa globalista. Lamentable la farsa policial, judicial, el portavoz de la familia y el circo mediático hecho sin respeto alguno a Mateo, lo cual no es óbice para que la familia haya dado las gracias a los «medios de comunicación». La familia, con todo el respeto a su dolor, debe hacérselo mirar porque todo ha sido penoso.

Un rsumen magnífico de la situación rocambolesca lo ha ofrecido la última representante de la izquierda ilustrada, Beatriz Talegón en X: «Me sigo preguntando cómo es posible que un sujeto aseste 11 puñaladas a otro y no se manche de sangre. Que la ropa no tenga ni una gota de sangre. Ni las sandalias. Ni el supuesto asesino tampoco. Dónde está el pañuelo con el que llevaba la cara tapada? Y la supuesta capucha?».

Colofón esperpéntico a los graves fallos societarios que pone en evidencia Juan Francisco y de los que vamos a destaar tres clamorosos.

1.- Destruido por las timo vacunas infantiles: El padre de Juan Francisco ha sido tratado como un personaje de chirigota por ser antivacunas y católico. Dos puntos que cuentan claramente a favor. El padre dice que a su hijo le han destruído las tomo vacunas. Lleva toda la razón. Un amigo que está en contacto con el mundo actual, bastante más joven que yo, me dice que «en cada clase hay dos o tres autistas, otros dos o tres asperger, dos o tres con Déficit de Atención, 2 ó 3 con Trastorno Límite de Personalidad. Cuando yo estudiaba no había nada de eso, no había ningún autista. ni sabíamos que había una cosa que se llama Asperger. Esto está provocado. Es claramente por las timo vacunas. A los niños se les destroza el cerebro con aluminio y otros metales que el cerebro no recicla. Destrozar a los niños es un negocio pra las farmacéuticas a las que se prestan políticos sin escrúpulos, auténticos psicópatas».

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En el Instituto Nacional de Enseñanza Media, Andrés Laguna, donde yo estudié, desde 1º hasta COU, la primera promoción donde empezó el desastre educativo, en forma mínima, no había Asperger, no había autistas, había chicos sanos, no timo vacunados. De donde la conclusión es clara: el sistema, los políticos, las farmacéucitas genocidas están destruyendo a nuestra juventud a fuerza de timo vacunas, y en ello colaboran los sanitarios o satanarios, los pediatras y las enfermeras, sin conciencia. Salvo una heroica que simulaba en Vascongadas pero no ponía las malditas timo vacunas.

Así que el padre de Juan Antonio lleva toda la razón. Yo doy fe por mi dramática experiencia personal. Me veo corriendo por Elche con mi hijo primogénito en brazos en plena convulsión febril camino del Hospital con unos movimintos desacompasados que le debieron afectar a partes del cerebro. Culpo a la trifásica. Luego empezó el calvario psiquiátrico, los diagnósticos erróneos, las medicaciones de mierda, hasta que dimos con un psiquiatra, ex legionario, José Luis Villar, que le dio una medicación antigua que le fue bien y haciendo deporte, montando en bici, haciendo hilómetros se ha enderezado, grcias a Dios. Pero le afectó al control del impulso agresivo.

2.- La plaga del divorcio que produce desequilibrios emocionale:. Juan Antonio es víctima de la plaga del divorcio. Mientras la secta gnóstica nos engaña diciendo que hay pluralidad de familias, cuando los sodomitas y las lesbianas son altamente promiscuos (vebigracia, la selección lésbica de fútbol), la realidad, esa que se ve con los sentidos, dice que lo que no hay familias. Con una frivolidad pasmosa, sin ninguna autodisciplina, sin ningún espíritu de sacrificio, el 70%, se dice pronto, de los matrimonios terminan en ruptura, con los juzgados de violencia de género y de familia aplicando la piqueta contra la familia. Los hijos son los paganos de esta destrucción de la familia por la irresponsabilidad de los padres; tienden a sentirse culpables, no queridos; empiezan a tener un caos, unos días con uno otros días con otro, luego aparecen las parejas con otros hijos. «Lo que Dios ha unido que no lo separe el hombre», dice Jesucristo. Divinas palabras. El matrimonio es indisoluble, pero se ve mucho Netflix.

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3.-  Los vídeojuegos dañan el cerebro y generan confusión entre ficción y realidad, hay que prohibirlos: Este es el debate clave que abre la tragedia de Mocejón y que he abierto con mi libro «La eneración destruida». La prensa prostituta no se atreve ni osa abrirlo por la sencilla razón de que los vídeojuegos mueven muchísimo dinero, pero han destuido a toda una generación. Con sus destellos producen epilepsia en los niños y jóvenes- Procuran una satisfacción inmediata, que genera frustrción, porque en la vida los niños deben educarse en las virtudes humanas, ser diligentes y pacientes, fuertes de carácter, huir del capricho, ser generosos, ser buenos. Y no hy nunca satisfacción imediata.

Si hemos de hacer caso a las palabras que pone presuntamente el gabinete de prensa de la mierda de Guardia Civil woke -el duque de Ahumada se revuelve en su tumba ante esta escoria- Juan Francisco vivió el crimen, las once puñaladas, como en un vídeo juego, desde fuera, Los vídeo juegos son habitualemte agresivos e irracionales; han ido mejorando la técnica para hacerlos híper realistas. El niño o el joven, con el cerebro destruído por las timo vacunas, confunden la ficción con la realidad, vive en un mundo irracional, se convierte y encarna en un asesino. Luego ponen en boca de Juan Francisco que sufre un desdoblamiento, que esa confusión entre la ficción y la realidad, se lleva hasta el extremo; no es él el que realiza la acción sino su otro yo. Esto es posible en brotes psicóticos. Ya digo, dando por bueno el relato de unos inútiles politizados que tardan 30 horas en detener al presunto asesino y que son incapaces de encontrar el objeto punzante en una acequia, y que se dedican a recoger, en vivo y en directo, todos los cuchillos perdidos en Mocejón.

Esto no puede seguir así ni un minuto más. Hago un llamamiento a los padres para que se preocupen realmente por sus hijos, que no se les dejen con la video consola encerrarse en su habitación, que ideen planes comunes, excursiones, visitas a museos, planes de lectura, que desarrollen sus aficiones deportivas o musicales, que son lo más preciado que tienen, que recuperen el sentido de familia, que sus hijos son lo más importante, que se impliquen en su educación. que no cedan tan importante misión ni a la vídeo consola, ni a la escuela adoctrinadora. ¡Que no sean egoístas!

Los vídeo juegos deben ser prohibidos, como he propuesto en «La generación destruída», hasta los 21 años, cuando el cerebro está formado y esas aberraciones pueden ser rechazadas por el joven. Es una medida que urge. ¿Me ayudas a abrir el debate?