Luis Bru.
Hablamos con Enrique de Diego de su celebrado e impresionante libro «El virus woke» y empezamos por el primer capítulo, por Fonsi Loaiza, utilizado con la técnica del reportaje, para desde lo particular llegar a lo general.
- Enhorabuena, al menos la portada de su nuevo libro «El virus woke» ha tenido muy buena recepción en X y cosechado las mejores alabanzas.
- Sí, es muy buena, muy exquisita y muy gráfica. Le dije al diseñador que reflejara un mundo que se disgrega y destruye por no respetar el orden natural de las cosas y que saliera la bandera arcoiris en algún lado, ajada, como una de las causantes de esa destrucción. Las dos ideas están perfectamente reflejadas, por encima de mis expectativas. Y sí, ha gustado mucho en Twitter, donde se la ha considerado una maravilla. Lástima que el autor prefiera mantenerse en el anonimato.
- No vamos a destripar el libro, que es mejor que se lea, pero si quisiera saber porque empieza el primer capítulo describiendo al periodista Fonsi Loaiza.
- Es la técnica del reportaje. A Fonsi Loaiza no le conocía hasta hace un mes, pero me ha asombrado lo bien que desempeña el papel de pequeño inquisidor woke, como tiene cogidos los anatemas con los que fulmina con ira jupiterina y como se sabe al dedillo los nuevos pecados. Es un gnóstico perfecto. Y además va de izquierdas, cuando ya la izquierda es la depravación sin más, pero nació viejo, como digo en el libro, se cayó antes de que naciera su muro de Berlín y todavía habla de la clase obrera.
- Pero ya la clase obrera no tiene sentido…
- Por eso. Tiene la cabeza como un cencerro. No hay de obrero en los trans o en el feminismo woke. Probablemente no sabe de nada de lo que escribo en el libro, de como se sustituyó el marxismo por el conjunto de barbaridades wokes, ni de los filósofos de cuarta que no hicieron posible. Como un hombre que tiene un rescoldo de izquierda clásica se ha buscado un sitio sirviendo a los peores capitalistas multimillonarios malvados, que han declarado la guerra a la especie humana, y especialmente a la raza blanca, de la que él forma parte. Es un manojo de contradicciones y de hipocresías porque él también está sentenciado.
- Hablaremos de otros temas de «El virus woke» porque es mucho más que Fonsi Loaiza…
- Es mucho más. Me he sentido como cuenta Tolkien que le sucedió en «El señor de los anillos», que una mano le guiaba en el relato. Pero Fonsi, en su infinita mediocridad, me ha servido para ejemplificar la degradación a la que conduce la deconstrucción woke. Es, en realidad, un personaje patético.