Javier de la Calle.
La familia Sainz sabe los estragos que está causando la inmigración africana en Europa. Carlos Sainz ondea la bandera de España desde sus primeros éxitos en el Mundial de Rallies en los ochenta, tradición que sigue su hijo. El piloto de Ferrari fue asaltado el pasado mes de septiembre por un grupo de marroquíes en Italia, que le robaron el reloj que portaba, valorado en medio millón de euros. Sainz dio caza a los ladrones y pudo recuperar el objeto robado.
Tres décadas antes, su abuelo Antonio Sainz Rebollo (cónsul honorario de Bolivia) abatió al nigeriano Samuel Chibauto en Madrid. Sainz Rebollo disparó tres veces su revólver cuando Chibauto intentó robarle el bolsa a su esposa. El padre y abuelo de pilotos terminó por ser absuelto, veredicto que probablemente sería distinto hoy en día, en el que la legislación protege al inmigrante invasor por encima del español honrado.