Enrique de Diego.
La vicepresidenta de los Estados Unidos, Kamala Harris ha dictado una conferencia en la que propone la «reducción», eufemismo que esconde la «eliminación», de población de modo que -dice la afroasiáticaamericana woke- nuestros hijos respirarían un aire más limpio y beberían un agua más pura. Bueno, en realidad nuestros hijos no respirarían nada y beberían menos, porque se trata de no tenerlos y además el aire lo llenan de fumigaciones asesinas de aluminio y el agua, que pretenden que no llueva, además destruyen las presas y embalses como se encarga de hacer la bruja Teresa Ribera, todavía ministra de Transición Ecológica y Reto Demográfico, que va por esa misma línea: la transición ecológica conlleva el reto demográfico, o sea la eliminación de población. Los totalitarios siempre han acudido, para engañar, a los eufemismos, como el conocido de la «solución final» que no era ni más ni menos que la eliminación de población judía, no sólo, hasta el exterminio. Es lo que pretenden hacer los «calentólogos» con todo el mundo, no sólo con los judíos.
Siempre que hay una asquerosa Kamala Harris y un Bill Gates diciendo que hay que reducir la población, que somos muchos, inemdiatamente pienso que pìensan que sobramos menos ellos, sobre todo menos ellos. Una vez me encontré un taxista que estaba de acuerdo en que somos muchos y le dije que fuera atento al volante porque lo lógico es que se suicidara. A Kamala Harris la interpeló una histérica calentóloga reiterando que no había tiempo, que había que comerse a los niños. Es más sencillo que todo eso: ¿por qué la canibal antropófaga de niños se pega un tiro o se cuelga de una soga o se toma un veneno letal? ¿Por qué Kamala Harris no se suicida de una vez y acaba con su angustia y nos hace un favor a todos? ¿Por qué el tarado genocida Bill Gates se suicida con sus tres hijos? ¿Por qué Urusula von der Leyen emula a Magda Goebbels? ¿Por qué John Kerry se levanta la tapa de los sesos? ¿Por qué Greta Thonberg no se va al otro mundo voluntariamente? ¿Por qué Alex Soros y Klaus Schawb y Tedros Adhanom nos dan la satisfacción de desaparecer voluntariamente de la faz de la tierra?
Como todas las sectas destructivas, y la de la calentología lo es en nivel máximo, no quedan todos un día y se suicidan en nombre de la lógica y la razón, y hacen desaparecer su huella de carbono. En vez de asesinar con el gerontocidio y las timo vacunas de la manera más cobarde y ruin, que se hagan desaparecer así ciertamente y de verdad nuestros hijos podrán respirar un aire más puro y un agua más limpias. Mucho más puro y mucha más limpia.
Ánimo, Bergoglio. Adelante, Hillary.
Una radical del Partido Demócrata propone «comerse a los niños»