Miguel de Cervera.
La comida del homenaje de la vergüenza se realizó, por parte del partido de Revilla, apenas horas después de que el consejero homenajeado hubiera dimitido por su incompetencia manifiesta y su presunta corrupción. Sin embargo, no hay mal que por bien no venga y al final todo esto ha servido para que todos se retraten como lo que son en una cuestión tan importante. Porque ni Vox ni PP ni ninguno de estos salvadores de la patria estuvieron presentes para afear a Revilla y sus amigos semejante conducta. Al mismo que luego va por los platós más importantes del país para presumir de su gestión y dar lecciones de moralidad y del más efectivo liderazgo.
Cantabria Distinta se ofrece para coordinar mejor las futuras manifestaciones contra la corrupción en Cantabria
Al parecer, no pocas personas fueron a manifestarse en coche en Puerto Chico, pero esto es un error y no conduce a nada. Manifestarse dentro de un coche es poco eficaz, pues se pierde el contacto físico entre los manifestantes y además causa un tráfico y contaminación innecesarios y un gasto en gasolina. Es mucho mejor aparecer por donde estuvimos nosotros, la gente de Cantabria Distinta, y sorprender a los comensales del PRC en plena entrada en el Palacio de Exposiciones donde comieron como reyes por sólo 10 euros (el resto lo pagas tú).
La presunta oposición a Revilla no hace absolutamente nada
Insistimos en que ni PP ni Vox ni ningún otro partido de la presunta oposición se pasó por el lugar para absolutamente nada. Los únicos que vinieron fueron policías que mandaron a toda prisa los de arriba porque estaban preocupados por el posible escándalo que supondría el que mucha más gente se hubiera manifestado donde teníamos que estar, enfrente del lugar donde se iba a celebrar la comilona.
Necesitamos gente en Cantabria Distinta para continuar con nuestra lucha contra la corrupción en Cantabria
También aparecieron por el lugar varias señoras muy valientes que ofrecieron su testimonio contra la corrupción. Inclusive una señora que quería denunciar y a mí me decía la corrupción más que presunta de un ayuntamiento en el que se está tramitando una carretera que producirá expropiaciones forzosas, sin haber avisado con tiempo a los vecinos para presentar alegaciones. Un caso tan ridículo como que una de las concejalas es de un partido ecologista y manifestó no haberse enterado de que van a pasar por la sierra a treinta árboles centenarios en un parque por culpa de esta carretera, entre Miengo y Mar. Pero en el Ayuntamiento insisten en que avisaron a todo el mundo, qué cosa más rara, exigente que trabaja ahí tampoco se ha enterado de algo tan importante en un ayuntamiento tan pequeño.
Más carreteras concedidas a la empresa constructora de la presunta trama de corrupción
La empresa concesionaria de la carretera no podía ser otra que Rucecan, precisamente la que está en el ojo del huracán de la corrupción de Obras Públicas en Cantabria. Pero si no lo haces a empresa será otra la que saque adelante una carretera que no sirve para nada. Sólo para seguir malgastando nuestro dinero en kilómetros de carreteras de los que el PRC presume, pero que ahora nos explicamos mejor gracias a la máquina contadora de billetes del personal a su cargo.
Y es que la eficacia de un gobierno no se mide por cuántos kilómetros de carreteras o autopistas lleven adelante, sino por la utilidad verdadera de tales obras públicas. Más bien es al contrario: deberíamos ahorrar en kilómetros de vías de comunicación y restringir semejante gasto brutal a lo más imprescindible si queremos optimizar los recursos y evitar casos de corrupción como el que estamos viendo con la gestión revillista del consejero Gochicoa.
Las carreteras fantasma de Cantabria
No puede ser que se sigan haciendo carreteras fantasma en tantos pueblos de nuestra geografía sin avisar a los vecinos, a los que expolian con expropiaciones de las que no se avisa. Y es que un caso idéntico al comentado entre Miengo y Mar se está produciendo, al parecer, entre la carretera entre Bareyo y Ocejo. Con la característica común de que a veces hay curvas que salgan obstáculos, claro, como casas de gente importante a la que no hay que expropiar.
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