Mark Harris.
Novak Djokovic se vio obligado a retirarse del evento ATP-WTA de esta semana en Indian Wells, California, luego de que se le negara la entrada a los Estados Unidos debido a que no estaba vacunado contra COVID-19.
El hombre de 35 años solicitó una exención de vacunación para ingresar al país, pero la administración de Biden y el Departamento de Seguridad Nacional la rechazaron.
La mayoría de los países del mundo han reconocido que la pandemia ha terminado y comenzaron a tratar a las personas no vacunadas como seres humanos reales, pero Estados Unidos se niega a hacerlo.
Los no vacunados siguen siendo castigados por la administración Biden
A principios de enero, cinco días antes de que expirara el requisito de la vacuna, se emitió una enmienda de emergencia que extiende el requisito de entrada de la prueba de vacunación para los ciudadanos no estadounidenses hasta el 10 de abril de 2023.
Mientras tanto, más de 2,76 millones de inmigrantes indocumentados ingresaron ilegalmente al país en la frontera sur en 2022. Esto significa que aproximadamente 7500 inmigrantes ilegales ingresaron a los Estados Unidos todos los días el año pasado, y al gobierno de los EE. UU. no le importa su estado de vacunación.
Los senadores de Florida Rick Scott y Marco Rubio firmaron conjuntamente una carta al presidente Joe Biden instándolo a permitir que Djokovic ingrese al país para competir, pero esa carta claramente cayó en saco roto.
A Djokovic se le permitió jugar en el Abierto de Australia de enero, que ganó . Antes del Abierto de Australia del año pasado, fue deportado del país, pero Australia tuvo el entusiasmo de cambiar sus políticas, levantar su prohibición y permitirle competir.
Australia fue sin duda uno de los países más estrictos en lo que respecta a los requisitos de vacunación, pero eliminó sus requisitos de vacunación para los visitantes en julio de 2022.
Estados Unidos parece querer ser el último país de la Tierra en poner al COVID en el espejo retrovisor.