
Enrique de Diego
Miguel Bernad no concede relevancia a su cita en la declaración voluntaria de Francisco Granados en diciembre, en el caso Púnica y que, fuentes jurídicas, interpretan como una estrategia de defensa.
Según relata Miguel Bernad a Rambla Libre, “puse en conocimiento de Esperanza Aguirre un estado de opinión pública respecto a la presunta corrupción de Francisco Granados y me pidió que le sugiriera la renuncia, aunque ella dijo que, en cualquier caso, lo iba a destituir en tres meses”.
La reunión se celebró, en tales términos, sin relación con Púnica, ni nada similar, con la presencia de dos abogados de Manos Limpias y el consejero de Sanidad, Juan José Güemes. Francisco Granados dejó claro que no iba a dimitir.