Josep Sansano.
No se habla de otra cosa en Alicante que del escándalo protagonizado por Vox Alicante, que todavía preside la deficiente Ana Vega, quien, al parecer, según fuentes solventes, dio órdenes de no asistir a un acto de las víctimas del terrorismo de ETA.
Concretamente, en memoria de Silvia Martínez, la niña que fue asesinada en el atentado terrorista de ETA contra la casa cuartel de Santa Pola, hace veinte años.

El acto contó con la presencia de todos los partidos políticos, excepto Vox. Se da el caso de que en los homenajes a la memoria, dignidad y justicia de Silvia era habitual la presencia de Santiago Abascal, antes incluso de la formación de Vox.
El motivo de este grave desatino es el litigio judicial mantenida por la concejal de Vox en Santa Pola, Mireia Moya, que no cumple los estándares de una concejal de Vox, con la madre de Silvia, Toñi Santiago, y la cercanía de ésta a Macarena Olona.

Por su parte, Mireia Moya mantiene una relación estrecha con el secretario general de Vox, Javier Ortega Smith, un abogado sin clientes, recalado en la política como forma de vida.