Según publica El Periódico de Yecla, hay personas que dentro del desaliento por algunas circunstancias, parece que llevan una sonrisa y una energía positiva de fábrica de esas que contagian.
Ayer mi amigo Juanje Molina, natural de Yecla y vecino de este mundo sin “residencia fija” —vivo en una zona donde en ocasiones los pueblos huelen a leña y fuego, decía— sSalió de ruta en bici por Canals, en la provincia de Valencia, zona próxima a donde últimamente vivía.
Una fatalidad del destino —me cuenta su hermano— quiso que ya de regreso se encontrase mal: al parecer sufrió un fuerte dolor y se desprendió, quedándose en el lugar donde cayó. Los medios que acudieron a auxiliarle no pudieron hacer nada por salvar su vida.
Juanje era una persona muy especial, un mundo en sí mismo; una inmensa gota dentro de nuestros inmensos mares y océanos, y no es ninguna metáfora. Ahora desde ya, después de luchar por tantas cosas, casi siempre predispuesto y de hacer tanto por el mundo de la integración y la diversidad, tiene sin quererlo todavía, su momento de paz para descansar, después de concienciar, dar y motivar tantos y tantos estímulos a la gente.
Él, dentro de sus facetas, decía que los cuerpos que habitamos son diversos, perfectamente imperfectos, ni defectuosos ni equivocados.
Seguramente hay cosas que no se explican. Educando a menores, enseñando a mucha gente con elementos diferentes, humanizando todo lo humano; asunto complicado.
Cómo te gustaba cocinar, entre hamburguesas veganas de arroz integral mezcladas con lentejas; porque la vida merece ser vivida. La vida parece que es así: o la tomas o la dejas, como las lentejas.
Asumimos que nuestro paso por la vida no es para siempre, pero nos negamos a aceptar que hay personas necesarias que la vida se las lleva demasiado pronto. No era ni su hora ni su momento.
La parte muy pequeña que disfruté de tu amistad la guardaré mientras tenga memoria. Todas aquellas personas que formaron parte de ti, en tu enorme generosidad, se quedarán seguro con todo lo bueno. Después de tu vacío y esta terrible realidad, has dejado de pedalear, has dejado de pelear y has dejado de resistir, aunque para ti, allí donde vayas, siempre habrá un antes y un después.
a Xuanje Molina.
10 de abril de 2022