REPENTINITIS: Adiós doloroso a Marisol, la conserje del Raíña Fabiola

Según publica La Voz de Galicia, María Soledad Suárez Vilas, Marisol para todos los que la conocieron, falleció anoche en su casa de San Fins de Sales (Vedra). La conserje del colegio Raíña Fabiola se ganó el cariño y respeto de toda la comunidad educativa del centro, y su repentino fallecimiento causó un profundo dolor entre sus compañeros, alumnos y padres. «Nadie se podía imaginar algo así», lamentaba Anxo Fernández, director del colegio. Tenía 63 años, un hijo, Óscar; y dos nietos, Omar y Anxo. Marisol Suárez Vilas llevaba vinculada al colegio Raíña Fabiola de Santiago desde hace más de 30 años. Ya estuvo en el edificio de la carballeira de Santa Susana, y siguió siendo «vital» cuando se realizó el traslado al nuevo enclave en el parque de Galeras, hace unos 20 años. Anxo Fernández solo tiene palabras de admiración para su compañera, de la que recordaba su implicación total con los alumnos del colegio. «Era el nexo de unión entre las familias y el centro. Se sabía los nombres de todos los niños del colegio, y siempre estaba pendiente de todos los detalles», asegura. Marisol era muy cariñosa con los niños, y siempre estaba dispuesta a regalar palabras ánimo y apoyo a los alumnos. De Marisol eran las «tiritas mágicas, que lo sanaban todo. Cuando un niño se hacía una pequeña herida, o tenía un dolor, Marisol le ponía su tirita mágica y desaparecían todos los males», recuerda Anxo. Por su mirada atenta pasaron varias generaciones,  e incluso padres y madres de niños que actualmente están matriculados en el centro.