Enrique de Diego.
Rambla Libre ha pedido el voto de los purasangres para Vox, contra los vacunazis del PP y PSOE, para que afloraran las contradicciones del sistema corrupto y estuviera a los ojos de todos la putrefacción y el sometimiento a los poderes oscuros de la agenda 2030. Fue el indigno alcalde de Valladolid, Óscar Puente el que se abalanzó a ofrecer la abstención al PSOE. Óscar Puente que es una vergüenza para Valladolid.
Alfonso Álvarez Mañueco, el muñeco diabólico, quiere gobernar solo, Pablo Casado, el mequetrefe inane, quiere que el PP gobierne sólo. Eso es un eufemismo y una media verdad que es la peor de las mentiras, porque va a gobernar con el PSOE, en el nuevo consenso de la agenda 2030 que gira en torno a la timo vacunación que implica la eliminación de población y la destrucción de Castilla dentro del plan satánico del no comerás carne y no tendrás nada y serás feliz. Cuando digo que el PP es un partido diabólico lo digo con conocimiento de causa y con todas las consecuencias.
No es a humo de pajas que Mañueco, el muñeco diabólico, se presente como el hombre de la agenda 2030 para Castilla y sus presupuestos sean los pioneros en preparar el terreno para ese monstruo infernal. Ni que Mañueco y Pablo Casado no tengan empacho de fotografiarse bajo la enseña globalista. Ni que Pablo Casado haya sido bendecido por el Foro Económico Mundial como «joven líder» y representante de su generación y haya asistido al cursillo donde se forman los políticos globalistas como Justin Trudeau, Boris Johnson, Emmanuel Macron …y toda la caterva de impresentables demonios que nos llevan al desastre y a los que están plantando cara los heroicos camioneros canadienses.
Ésta se presenta como la investidura del Foro Económico Mundial, que es quien manda en el PSOE y el PP; será la escenificación del proyecto futuro del gobierno de la «gran coalición». Una traición artera tanto a los ingenuos, y clientelares, votantes del PP y del PSOE, con el fantasma de la ultraderecha como fácil excusa. Conviene denunciar la componenda liberticida y el latrocinio impostor.
Las cartas están sobre la mesa, las caretas se han quitado con impudicia y toda la inmundicia corre por las cloacas. Se va a experimentar la «gran coalición» del globalismo, que les han metido doblada a los castellanos. ¿Qué papel les queda al jovencísimo Juan Luis Galiardo y a Santiago Abascal? Una oposición a cara de perro, una oposición dura que identifique el peligro de un Gobierno vergonzante y vergonzoso, que exija que se pare inmediatamente la cruel matanza de castellanos, Esther López de la Rosa, entre ellos. Si no lo hace, se creara un vacío que llenaremos otros. Que, sin medias tintas, ni Juan Luis Steegmann, ni un descolocada Losantos, ponga proa y ariete a la canallesca farsa del globalismo, a la inmisericorde matanza de castellanos con el veneno de muerte y ponga fin a cualquier restricción vacunazi, incluida la obligatoriedad de las mascarillas en interiores. Y se pida una comisión de investigación sobre el gerontocidio en las residencias de ancianos y en las UCI, y otra sobre la muerte de Esther López.
Basta ya de componendas y de subterfugios, basta ya de circunloquios y eufemismos, esto es una guerra que nos han declarado los globalistas y hay que asumirla como tal; hay que salir con urgencia de la dialéctica derecha-izquierda y entrar en la nueva lógica de globalismo versus Libertad y Patria. Hay que situar al PP como enemigo y como tal tratarle. Romper todos los acuerdos con el PP en las autonomías. Hay que actuar sin complejos. Sin miramientos ni vacilaciones. Está en juego el ser o no ser de la nación y la supervivencia de todos y cada uno de los españoles. El PP ha traicionado, como era la lógica de su putrefacción y se entra en el consenso diabólico de la agenda 2030. A plantarle cara.