Enrique de Diego.
Los enanos sí nos dejan el bosque, porque son tan pequeños, sobre todo el enano hutu, que no impiden la visión de nada, aunque ahora te ha salido un lame culos extemporáneo y vocinglero. No, chulo puta el principal culpable eres tú; Pedro Sánchez, grandísimo hijo de la gran puta, ¡sé lo que has hecho, criminal! Tienes a España hecha unos zorros, con la luz disparada, con la deuda pública disparatada, con los separatistas campando por sus respetos, y mientras tanto tú haces como no enteras, en tu papel de lacayo de los que se creen los amos del mundo, como un pobre pelele. ¡Qué penoso tu viaje a Estados Unidos para rendir pleitesía a Black Rock y a George Soros!
Te voy a contar una historia que a mí me tiene quemado y daría lugar para una jornada de antorchas y horcas. Lorena, una ecuatoriana trabajadora a más no poder, que lo mismo recogía la uva que el tomate, de repente empezó a tener vómitos con sangre, que tus lacayos médicos tratan como gastroenteritis. Todo por la Pfizer. Luego Patricio, más joven que ella, se le inflamó el brazo y la cara y lleva ocho días ingresados con un ictus grave. Habían hecho, a su modo, las Españas. Y las seguían haciendo. Él trabaja en una empresa instalando fibra óptica. Los recuerdo viniendo a casa, para después marcharse a una fiesta ecuatoriana. Nacionalizados, eran votantes tuyos y fervorosos de Biden. Aún viven y hablo en pasado, porque la vida ha terminado para ellos, el sueño se ha convertido en pesadilla. No tenían nada y ahora la vida se ha tornado un infierno. Ahora tienen el sistema inmunológico destrozado y cuando venga la oleada invernal infecciosa, ¿qué suerte les espera, canalla?
Resuenan frases de propaganda de la corrupta directora de la EMA, Emmer Cooke de que «son mayores los beneficios que los perjuicios», que tú, cabrón, has avalado. Tú, canalla, hijo de puta, has lanzado a esta sociedad al precipicio de la eliminación, como te han pedido Bill Puertas y lo han pagado Patricia y Lorena y un montón de gente más, los primeros de una larga serie de tu historial criminal. Incluso te hiciste el chulo puta y «donaste» 125 millones a Gavi, a Bill Puertas, para su inyección de veneno de muerte. Tic tac, tic tac, no te vas a ir de rositas.