Enrique de Diego.
No se habla de otra cosa que del magnífico artículo «Bazofias tragacionistas» del escritor Juan Manuel de Prada, que da el dato de que todos, absolutamente todos, los hospitalizados en las UCIS son timo vacunados:
«Hace unos días, un fantoche con chiringuito en Andalucía, chupóptero de todas las tetas particrocáticas, afirmaba que «el 72 por ciento de los pacientes en UCI» por coronavirus eran «negacionistas de la vacuna». Sus mismos cofrades tuvieron que salir a desmentir la burda intoxicación (inmediatamente divulgada por la prensa sistémica), en la que no se había ni respetado los porcentajes. Resulta que el 37% de los andaluces en UCI han recibido la pauta completa de lo que el fantoche sistémico llama «vacuna», mientras el 63 % restante lo componen en gran medida sesentones a los que ya habían administrado la primera dosis de Astrágala y estaban esperando tan pichis la segunda, así como jovenzuelos a los que todavía no habían convocado».
Es un dato tan demoledor, como el de que en la Comunidad Valenciana los infectados por coronavirus entre el personal médico se ha multiplicado por 12 tras ser timo vacunado, lo que no tiene ninguna explicación lógica fuera de que han sido infectados por la letal timo vacuna.