V. M.
“¡Me duele Francia!”, Proclamó el futbolista del FC Barcelona y la selección nacional en reacción al asunto Zecler. Deber de reserva obliga, un policía le envía anónimamente esta carta abierta para expresar el enfado que anima a su institución y restaurar la verdad.
Como dices, Antoine, mi Francia duele… Mi Francia duele cuando veo toda la masacre mediática destinada a echar a la comida a todos los policías y gendarmes de Francia.
Ustedes, las «pseudopersonalidades», como me gusta llamarlos, del mundo cinematográfico o deportivo, que aprovechan su celebridad para derramar su odio en las redes sociales hacia nuestra función, me dan ganas de vomitar.
Desde sus lujosos apartamentos o villas de gran tamaño, no conoce la realidad de la tierra, la de la vida cotidiana. Puede que algunos se lo hayan tocado en el dedo, pero en los últimos veinte años la sociedad ha cambiado mucho. Es mucho más violento, mucho más ácido.
El Omar Sy, Mathieu Kassovitz y otros asiduos del género en realidad saborean estos hechos calificados como «violencia policial» para poder escupir a toda la policía.
Curiosamente, te escuchamos mucho menos en la situación contraria. Todos los días, policías y gendarmes son víctimas de violencia. Algunos salen con algunos moretones y otros son golpeados, cuando el destino no les reserva lo peor: la muerte.
Pero efectivamente, es más venta y fácil gritar escándalo cuando una persona recibe una bofetada o un puñetazo de un miembro de la policía, que cuando uno muere en el servicio. de los nuestros.
Entonces, puedo ver que ya está encontrando la causa de este problema, es decir, el comportamiento de la policía en general. Pero, ¿cuál sería la causa de las piedras y agresiones de las que son víctimas los bomberos, paramédicos o incluso médicos (que, para algunos, ya no desean viajar por zonas sin ley)? Te entiendo, es difícil encontrar una respuesta, así que pongámonos en contacto …
Más allá de la violencia, la policía es acusada sistemáticamente de racismo. Cada funcionario, con años de terreno a sus espaldas, tiene inevitablemente anécdotas que estas “estrellas” no quieren escuchar. Sí, el racismo está presente en Francia y en todas sus formas.
En los barrios, no es raro escuchar a jóvenes valientes, a una distancia razonable de nosotros, proferir insultos como «Sale blanc», «Blanc-bec», «Sale Français» o «Je caga en Francia ” y así sucesivamente!
Algunos ejemplos para ilustrar. Tras la detención de un individuo algo agitado, interrogado sobre su situación profesional, este joven respondió secamente: «Yo limpio, lavo tu mierda blanca y sucia». « Durante los intercambios tensos y amenazando con otros, he oído decir palabras despreciables tales como » Francia será tomada por el vientre de sus mujeres varias veces «.
Tampoco es raro ver a personas hostiles molestar a colegas de color, insultarlos, llamarlos «Vendidos» o preguntarles «¿Qué estás haciendo con ellos?» « (Para los más ignorantes, me gustaría señalar que hay que entender» los blancos «). Entonces sí, señoras y señores, el racismo también existe entre nuestros clientes diarios.
Los más escépticos dirán que puedo inventarme estas historias, pero a veces los hechos son mucho más serios. Vuelve a mi memoria un acontecimiento trágico. Un niño de unos diez años acababa de ser atropellado por un vehículo, que huyó y nunca ha sido encontrado hasta el día de hoy (la ley del silencio lo exige).
Mientras los colegas brindaban primeros auxilios a la joven víctima que luego murió, un joven de los barrios originales se acercó y se fue aliviado diciendo: “Está bien, es francés. «
Otro ejemplo sórdido: una joven fue sometida al secuestro y violación en grupo de cuatro jóvenes, durante más de dos horas. Durante las audiencias de los encuestados, uno de ellos declaró que la habían elegido porque no era uno de ellos. Esta joven simplemente se equivocó al ser blanca y francesa.
Señoras y señores «pseudo-personalidades», sus discursos pueden doler mucho, y ese es obviamente su objetivo. Defenderás a toda costa a cualquier delincuente o delincuente en detrimento de la policía, con el único argumento de que se trata de un ser humano. Pero sepa que detrás de cada uniforme hay un hombre o una mujer, con todos y cada uno una vida familiar, como todos los demás.
¿Dónde estaba usted cuando rodearon a la policía en su vehículo y luego los quemaron vivos en Viry-Chatillon? ¿Dónde estabas cuando un par de policías fueron asesinados cobardemente en su casa de Magnanville? ¿Dónde está usted todos los días cuando la policía y los gendarmes resultan gravemente heridos o mueren durante el servicio? Esto no te impide dormir ya que escupes impunemente nuestro uniforme y nuestra institución.
Tus diatribas absolutamente mordaces y sin sentido pueden tener consecuencias dramáticas. Su incitación al odio puede llevar a algunos de nosotros a hacer algo irreparable. Esta responsabilidad, que es suya, debe ser señalada por nuestros representantes y nuestros líderes.
Pero en última instancia, ustedes, estas «pseudopersonalidades», son sólo una minoría. ¿Habría una mayoría silenciosa entre nuestros seguidores? Lo creo. Porque sí, en Francia, decir su apoyo a las fuerzas policiales es decir que uno está «fascinado» o «nazi». Eres tú quien mantiene este mito, esta fantasía. Y eso debe terminar lo antes posible. Ya no debes tener esta obsesión por estigmatizarnos continuamente.
Afortunadamente, a lo largo de nuestros discursos, conocemos a mucha gente que nos anima sinceramente, gente de la vida real, lejos del brillo y del espectáculo.
La vida de un policía en Francia se reduce a arriesgar su vida por 2.000 euros al mes. Cada intervención se ha convertido ahora en un ejercicio a escala real, donde la policía debe ser irreprochable en toda circunstancia, so pena de ser ridiculizada, y frente a una sociedad cada vez más violenta, a la que ustedes, los donantes lecciones, mantener.
Solo te pregunto una cosa, porque no puedes cambiar la naturaleza humana. Ten un poco de autoestima, honestidad y coraje. Si apoya sistemáticamente a delincuentes reincidentes con largos antecedentes penales e insulta a la policía como lo hace, deje en claro que prefiere a los matones y delincuentes a las fuerzas del orden.
Así que sí, Antoine, verás, ciertamente no es por las mismas razones, pero yo también tengo dolor en mi Francia.