Enrique de Diego.
Sólo ha faltado que descorcharan champán. Tremenda alegría en la Guardia Civil de Galapagar por quitarse de encima a los vecinos más problemáticos, Pablo Iglesias e Irene Montero, y poder dedicarse al resto de vecinos de Galapagar y Colmenarejo, mejorando los ratios de seguridad ciudadana. Han respirado aliviados por quitarse la pesada losa de la garita, chapuzas gloriosa, que en los días duros del invierno de Galapagar era una tortura. Pero, sobre todo, no tenía señalización de forma que cualquier accidente podría haber dado lugar a reclamaciones. Atrás quedan jornadas tediosas sin el más mínimo detalle de los marqueses y algún gesto histriónico de Juan Carlos Monedero exigiendo identificaciones. Detalle bien significativo el haber puesto la enseña nacional y la foto del rey. Además, estrenan nuevo cuartel, para que la dicha sea completa.