Javier de la Calle.
La imagen de una Unidad de la Guardia Civil como la Intervención Central de Armas y Explosivos (I.C.A.E.) lleva años deteriorada al haberla utilizado de «agujero» donde meter a los altos mandos defenestrados y sin futuro, como ya ocurriera con dos jefes salpicados por el narcotráfico y que acabaron siendo una vergüenza para la Institución.
Aquí les dejamos 2 de las joyas que pasaron por la I.C.A.E.
Coronel Francisco García Santaella, que fue absuelto, por prescripción del delito, de narcotráfico con la imputación de los delitos contra la salud pública y cohecho por los que la Fiscalía solicitaba nueve años de prisión. Los tres magistrados de la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Granada consideraron acreditado el delito de narcotráfico, pero añadieron que éste había prescrito.
Teniente Coronel Juan Miguel Castañeda Becerra, antiguo Jefe de la Comandancia de Guadalajara, imputado en la supuesta conspiración desarrollada para intentar desprestigiar al magistrado José Antonio Vázquez Taín y que Fernando Grande-Marlaska dejó en libertad con cargos bajo la imputación de los presuntos delitos de asociación ilícita, blanqueo de capitales, denuncia falsa, infidelidad en la custodia de documentos y cohecho.
Estas joyas de la Benemérita fueron escondidas con un destino en la ya famosa Intervención Central de Armas y Explosivos (I.C.A.E.) como responsables de uno de sus negociados.
Ahora se une a estas glorias defenestradas de la Benemérita, que acaban en esa Unidad que parece un cementerio de elefantes, el coronel Pérez de los Cobos, mientras ver irse el sueño del generalato.