Luis Bru.
Risto Mejide vive en la mentira, cree que tiene un programa de humor, y «España no está para humor», como le dijo Lola Sopeña, una autónoma con 3o creando empleo, manifestante ern Núñez de Balboa, «es la primera vez que me manifiesto, yo no estoy por política sino porque estamos en una dictadura y nos están hundiendo». El payaso de la tele Risto Mejide quiso dar la imagen de que se trata de una manifestación de pijos, y se puso manipulador, como un vendido al Gobierno, fijándose en tonterías, como el chivato de la Policía, quejándose de que sólo hibera una multa en la manifestación.
«Hay que salir a la calle», animó Lola Sopeña, porque «los políticos no tienen ni idea» y «estamos hartos, van a destruir España». Risto, manipulador, trató de afear que chillaba mucho, el argumento de los mediocres cuando algo no les gusta. Lola Sopeña insistía: «se escudan en un comité científico y no tengo derecho a saber los nombres de los que deciden sobre mi vida y la de mis hijos». Risto quiso cortarla. Al final, todo el argumento del payaso de la tele era que la señora había ido de su domicilio de Plaza de Castilla a Núñez de Balboa, ¡más de un kilómetro! Risto se puso represor y pidió que actuara la Policía. Intervino Antonio Naranjo, mal, y un payaso liberal, peor. La gente está también harta de los payasos de la tele, se ha dado cuenta de que están al servicio del sistema, son sus lacayos.