Miguel Sempere.
Dos liderazgos débiles y en cuestión, Pablo Casado e Inés Arrimadas, se han reunido a uña de caballo, con 48 horas para cerrar coaliciones, y han embarrancado en Galicia, donde Alberto Núñez Feijóo se niega a formar una coalición y desea presentarse con las siglas del PP. Ofrece simplemente que los dirigentes de Ciudadanos se integren en sus listas. Inés Arrimadas dice que llamará a Alberto; confía en su seducción, una vez fracasado José Manuel Villegas.
Pablo Casado e Inés Arrimadas se sentaron por primera vez en una mesa de negociación para avanzar en un acuerdo de coalición para las elecciones de Galicia y el País Vasco del 5 de abril. La portavoz parlamentaria naranja aseguró “avances” en las conversaciones para el caso del País Vasco —“hemos avanzado mucho en lo relativo a la coalición electoral” en esa comunidad— aunque reconoció que el pacto en Galicia sigue igual de lejos que hace días.
Sobre el País Vasco, Arrimadas aseguró que Ciudadanos también ha avanzado en los contactos con otros partidos para formar una candidatura transversal —haciendo hincapié en el caso de UPYD y personas de la sociedad civil— , aunque no evitó reiterar que “el escollo” sigue siendo Galicia. La portavoz naranja recordó que su partido “ha variado mucho” su posición inicial, ya que renunciar a que el nombre de Ciudadanos esté presente en la papeleta electoral e incluso a integrar a cuadros en las listas. “A lo que no vamos a renunciar es a presentarnos”, dijo Arrimadas, anunciando que llamará personalmente a Alberto Núñez Feijóo. Se aventura un fracaso.
Al encuentro, que duró aproximadamente una hora y media y se celebró en territorio neutral dentro del Congreso, esto es, en dependencias ajenas a sus respectivos grupos parlamentarios, también acudieron Teodoro García Egea, secretario general del PP, y José María Espejo, secretario general del grupo.
Precisamente fue Egea quien compareció al término del encuentro del lado de los populares para asegurar que la reunión fue «productiva», afirmando que ambos partidos están de acuerdo «en lo fundamental» que es «sumar donde sea posible». El secretario general del PP no dejó abierta la posibilidad de que la coalición prospere en Galicia, y se lanzó a una nueva oferta: seguir negociando después del jueves —cuando llega el límite para registrar las coaliciones— hasta el 1 de marzo, día en el que deben estar preparadas las listas electorales. Es decir, coalición no; pero integración en listas, sí.
Egea defendió la necesidad de «aprovechar» las siglas populares en Galicia, «donde el espacio de centro derecha está cohesionado en torno a las siglas del PP» y apostó por seguir adelante con la coalición en el País Vasco: «Allí tenemos claro que debemos aunar esfuerzos», continuó, recordando el caso de las pasadas elecciones generales, cuando el PP perdió el escaño de Álava en beneficio de EH Bildu por la división del voto de la derecha.