Pablo Barrón. Delegado de Rambla Libre en Galicia.
Llegan las elecciones autonómicas a Galicia, ya están en lo que se denomina «precampaña». Ese tiempo que los partidos necesitan y aprovechan para enviar mensajes que luego se perfeccionan y a veces se matizan. Todos afinan el mensaje y hacen los cambios necesarios para la captación de votos y es también el momento de cazar talentos y financiadores.
Hay ya encuestas encargadas, unas semanales que son el secreto mejor guardado de los que optan a gobernar San Caetano. Estas, por lo menos, hasta el momento de cerrar estas líneas dan la victoria al Partido Popular. Parece que de momento no da la mayoría con la que el de Os Peares está acostumbrado a gestionar el gobierno.
Leyendo el mensaje diario que los populares reciben se intuye la preocupación permanente.
No preocupa el PSOE, con un líder muy verde y sobre todo muy vinculado y sumiso al gobierno de España.
La sola idea de que el PSOE gallego sueñe con aliarse con los nacionalistas para acabar con Feijóo y romper Galicia parece la única opción con la que cuentan las tres izquierdas ;la moderada encabezada por una parte del socialismo gallego clara y que presume de ello, donde se situa el otro PSOE y de nuevo otra parte del BNG. Y la radical con la única idea de romper Galicia fijándose en el libro de ruta catalán .Aquí tampoco entra la monarquia ni por supuesto el rey. Incluimos Podemos lo que queda de sus confluencias y la parte radical del Bloque Nacionalista.
Tampoco preocupa el BNG en solitario, con un techo claro desde hace muchas elecciones al BNG en Galicia siempre lo votan los mismos, solo con Beiras llegaron a cifras hoy impensables.
La preocupación está en los futuribles socios de gobierno que podrían salvar la situación en Galicia poniendo el escaño a disposición de los populares son residuales, por lo que ya es sabido que en vez de sumar restan y esa es la clave de la preocupación.
Ciudadanos está sumido en una crisis de la que se habla puede incluso desaparecer. En todos los años de «riverismo» no terminó de concluir un mensaje claro y a ello se le sumó el alto número de irregularidades conocidas que fueron el principal motivo de no haber encontrado un líder sólido que pudiese competir con la derecha gallega.
Rivera máximo responsable de esta no salida a flote, con su política de amigos y dedazo. Se rodeó de mediocres, de estos que aplauden antes de empezar el discurso y terminan varios segundos después sin saber ni siquiera lo que se ha dicho.
Cerrando estas líneas me llega la noticia confirmada de que la brillante periodista Beatriz Pino es la nueva portavoz. Un movimiento estratégico de Ines Arrimadas, un acierto pleno y una manera evidente de estar preparados para el muy posible adelanto electoral autonómico cada vez mas cercano 19 de abril.
De todas formas solo un milagro de Ines Arrimadas que está dándole un nuevo giro al partido ultracolor podría. si el presidente decide alargar al máximo su mandato, sentar en los cómodos asientos del gobierno gallego un representante, y aún así tendrían que alinearse los astros.
Luego esta Vox, que también preocupa en San Caetano. Con algunos de los errores de Ciudadanos y la falta de liderazgo en Galicia, no parece fácil que entre en una comunidad, donde sin líder y con garbanzos negros será difícil que los gallegos no entendamos que el voto útil, en Galicia más que nunca es votar al Partido Popular.
También cerrando estas líneas llega el dato de que el líder más votado de Vox en la comunidad, el General Budiño podría dejar la disciplina del partido verde.