Miguel Sempere
Maestro de la manipulación idiota o para idiotas. Marhuenda se sabe protegido por el poder, sigue siendo el jefe de gabinete de Rajoy, ahora desde los medios; no le importa que La Razón haya descendido el 44% en el último año (no es una bajada, es un descalabro); no precisa esforzarse, ni decir nada inteligente, está ante la cámara para defender al PP y, sobre todo, a Rajoy y no le importa hacer de sparring o decir patentes chorradas.
El papel le resulta muy lucrativo. No sólo dirige un medio sin credibilidad, que sufraga Atresmedia, sino que también se ha ido preparando el futuro: es profesor titular interino de la pepera Rey Juan Carlos, una sinecura; es, incluso, Comisario de Honor del Cuerpo Nacional de Policía, por obra y gracia de su amigacho Jorge Fernández Díaz.
En el programa de Carlos Cuesta, en la ultrapepera 13 TV, Marhuenda, con ese aire del tonto de la clase, se da cuenta de que se está hablando demasiado de la corrupción del PP y corta: “bueno, el PP gobierna en muchas autonomías y en muchos ayuntamientos, y sólo hay casos de corrupción en dos sitios, Madrid y Valencia”. Eso es una grosera mentira, pero sabe que todo le está permitido: “Gürtel y Púnica”, añade, y Brugal, y Bárcenas, Bankia y las tarjetas black y Murcia. Pero, bien, Madrid y Valencia –toda la Comunidad Valenciana- no son dos pequeños pueblecitos. Está implicada toda la dirección nacional del PP. “Y el Gobierno, sólo Acuamed, un caso menor”. De menor, nada. Varios millones de euros depredados; 13 detenidos el 18 de enero de 2016, entre ellos Arcadio Mateo del Puerto, director general de la Compañía, y María Gabriela Mañueco, responsable de Ingeniería y Construcción; dimisión del subsecretario de Presidencia del Gobierno, Federico Ramos de Arcas. En cualquier democracia, hubiera tenido que dimitir Soraya Saénz de Santamaría. También están las empresas offshore de José Manuel Soria y de la esposa de Miguel Arias Cañete y la cultura de los gratis de José Manuel García Margallo. Pelillos a la mar, manipulación idiota para hooligans.
Francisco Marhuenda, al fin y al cabo, es tolerante con la corrupción porque pertenece a ella. En 2001, siendo director general de Relaciones en las Cortes, con Mariano Rajoy de ministro de la Presidencia, tuvo que dimitir por la venta de fondo documental de Estrategias, Asesoramiento y Comunicación SL al Instituto Ramón Carande de la Universidad Rey Juan Carlos, dependiente de la Comunidad de Madrid. Según fuentes solventes, ese fondo documental era propiedad del Ministerio.