Javier de la Calle.
Francisco Javier Márquez Ortiz, director general de Sostenibilidad del Ayuntamiento de Leganés, no es sostenible, no puede sostenerse ni un día más en el cargo, tras haber sido imputado por el Juzgado de 1ª Instancia e Instrucción número 8 de Leganés, por un presunto delito de falso testimonio. El Juzgado pide, además, la hoja histórica penal del investigado. Muy mal síntoma. También solicita que se remita la denuncia falsa que presentó Márquez contra Carlos Delgado, portavoz de ULEG. Otro síntoma muy malo. El delito de falso testimonio no es ninguna minucia. Está penado con entre 1 y 3 años de cárcel.
Márquez, mano derecha de Santiago Llorente, desde su juventud de ladrón de bicicletas, se va a acordar todo el resto de su vida de aquella malhadada rueda de prensa, digna de figurar en los anales de la picaresca, en la que se le ocurrió fingir una agresión que nunca sucedió y como consumado figurante apareció incluso con un brazo en cabestrillo. Márquez, que tuvo sus diez minutos de gloria, se fue yendo arriba en la rueda de prensa, cayó en numerosas contradicciones, y terminó afirmando que vivía aterrado.
El pobre Márquez, el malvado Márquez, el indigente Márquez no sabía mientras escenificaba que la reunión con Carlos Delgado, y otro concejal de ULEG, había sido grabada, dejando evidencia indubitable de que no había habido agresión ninguna, ni tan siquiera insultos.
Ahora a Márquez puede caérsele encima toda la responsabilidad que, sin duda, es compartida con Santiago Llorente, que pudo inducir a su subordinado a tan vil tropelía. La defensa del Bartolín de Leganés es difícil. Ya ha quedado sentenciado que su denuncia fue falsa y que mintió en su teatralidad cutre y abyecta. Ahora le queda por delante un calvario judicial y, si es condenado, para ese momento no estará Pedro Sánchez para indultarle.
¿Qué te espera, Márquez, qué te espera, Soto del Real o Estremera?