Redacción.
Lejos de los predios absurdos de la corrección política por los que se perdieron el Gobierno y el movimiento pacifista, muy lejos de la postura de la diputada de Podemos, Ione Belarra, y de la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, los padres de Laura Luelmo han remitido una carta a las Cortes de Castilla y León, de la que se hace eco Abc, acusan al Estado de haber “fracasado estrepitosamente al no ser capaz de garantizar el derecho a la vida y a la integridad física de nuestra hija al exponerla a un ser monstruoso».

Especialmente dolidos se muestran con que Bernardo Montoya ni tan siquiera hubiera cumplida íntegramente la pena a la que estaba condenado y notoriamente sin haberse rehabilitado. “En el momento en que sale en libertad comete de nuevo, en la persona de nuestra hija, los dos actos (asesinato y agresión sexual) por los que fue anteriormente condenado”.
La carta tiene fecha del 24 de enero y, según describen en el diario ABC, es desgarradora. Siguen indignados por un crimen que consideran que se podía haber evitado. En ese sentido piden a los políticos que “sientan, piensen, reflexionen” y se solidaricen con su causa, ya que algo así les podría “tocar de cerca algún día”.
Aunque los padres de Laura Luelmo agradecen las muestras de cariño, y el pésame escenificado en la Cámara con sede en Valladolid, creen que merecen “bastante más que todo eso”. Exigen “una disculpa y una petición pública de perdón del Estado por su tremendo fracaso en la no consecución del cumplimiento de la pena” de Bernardo Montoya.
De manera harto curiosa, la izquierda, tanto el PSOE como Podemos, utilizaron el argumento de que la prisión permanente revisable no había servido para evitar el crimen cuando, en este caso, se le dejó salir incluso sin cumplir su condena. Fuera de los suicidas sentimentalismos de las feministas subvencionadas, este horrendo crimen podía haber sido evitado.