Miguel Sempere.
Pablo Casado se ha implicado en la campaña andaluza consciente de que se estaba jugando su liderazgo. El descendo del Partido Popular es importante, pues baja de 33 a 26 escaños, pero ese efecto queda diluido ante la abrumadora derrota de su principal competidor, el partido socialista, y ante el hecho de que el PP puede optar a ser quien gobierne en la Junta de Andalucía, en un tripartito con Ciudadanos y Vox.