Miguel Sempere.
Todos los escapados del CIE (Centro de Internamiento de Extranjeros) de Aluche son peligrosos delincuentes que han cumplido condena o tienen resolución judicial para ser expulsados. A los CIE no van personas que hayan llegado en patera, sino delincuentes que están a la espera de ser deportados. Es, por tanto, una situación habitualmente explosiva. Están 45 días y si en ese tiempo no han sido expulsados, se les pone literalmente en la calle, lo cual no es infrecuente, porque actualmente, no hay viajes específicos de deportación, así que es preciso esperar a que haya uno adecuado, en los que puedan viajar entre dos y cuatro, acompañados por fuerte dotación policial.
El día del motín había una situación especialmente deficiente, porque no había refuerzo de la UPR, y en el CIE había un grupo de unos 60 argelinos, que están considerados en los ámbitos policiales como los más peligrosos. Para 174 internos, sólo había 8 miembros del Cuerpo Nacional de Policía.
De los 5 detenidos, del total de 13 escapados, 2 lo fueron en las inmediaciones y 3 en el Intercambiador de Avenida de América, lo que indica que sabían donde iban.
Las instalaciones del CIE de Aluche son excelentes, y en ellas prestan asistencia ONG y Cruz Roja. No se trata de nada relacionado con derechos humanos, como dice Podemos, sino de que no quieren ser deportados y seguir viviendo aquí de su actividad delictiva, por eso habitualmente los CIE son un polvorín, con escasas dotaciones policiales. Ya ha habido 8 motines en el CIE de Aluche.