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La momia de Luis María Ansón y el rey emérito

Redacción




Miguel Bernad Remón. Secretario general de Manos Limpias. 

Con motivo del escándalo de las grabaciones a Corinna, el casposo y trasnochado cortesano, Luis María Ansón, en su columna del diario El Mundo (Canela fina), titulada “Los antisistemas contra el Rey”, trata de justificar el comportamiento del Rey emérito manifestando que los antisistema quieren liquidar la transición y la monarquía parlamentaria.

Mire, señor Ansón, una cosa es ser cortesano y servil, y otra muy distinta es justificar un comportamiento amoral de su dueño y señor, el Rey emérito, el matador de elefantes en Botsuana, el campechano, como se le conoce, vulgarmente.

Defender a un personaje que con fondos del CNI, Centro Nacional de Inteligencia, compró el silencio de Bárbara Rey (al menos, por ahora); que presuntamente ha percibido comisiones de las millonarias compras de petróleo de las monarquías árabes durante varias décadas (hasta que Aznar le cortó el grifo); que ha cobrado, también supuestamente, una comisión millonaria por la instalación del Ave a la Meca; que rehabilitó un edificio del Patrimonio Nacional cercano a La Zarzuela –para más inri-, como “picadero real”, para que residiera en él Corinna (que tiene de princesa lo que yo de rey de España), que facilitaba los contratos con las administraciones públicas a su yerno Urdangarín (para mejor vida de su hija y nietos), etc., no es el mejor ejemplo de moralidad para que un cortesano servil –más bien un alcahuete y palanganero- “saque pecho” en defensa de su amo…

Señor Ansón, se va a morir usted de plebeyo, por mucho que le pese, pues los Borbones nunca olvidan el más mínimo desprecio, pero tampoco agradecen nunca nada a nadie.

Deben de pensar que defecan oro, y que ellos son un “regalo” de Dios a los españoles…

Mejor hubiera estado, señor Ansón, calladito, desde su posición de periodista jubilado y casposo, y que en la actualidad, por mucho que mantenga una columna en El Mundo, que me gustaría saber cuánta gente lee, no deja de ser una momia del periodismo español.

Finalmente, señor Ansón, tendría que afinar su columna “canela fina”, y nos despejará las dudas sobre si el Emérito (que algunos ya llaman Decrépito) se acogió a la amnistía fiscal del año 2012, así como el montante, al parecer multimillonario, de su patrimonio, el uso abusivo de testaferros (incluida Corinna), para ocultar en paraísos fiscales el cobro de comisiones, etc.

No hay injuria o calumnia alguna hacia el Emérito en lo dicho anteriormente, sino una manifestación pública de hechos constatados y contados públicamente por una despechada de alta cama y de baja cuna…

Una cosa es ser monárquico, y hasta cortesano, y otra bufón, que es lo que es usted, señor Ansón. Un triste bufón, alcahuete y palanganero del Rey emérito.

         A la sociedad española le interesa saber que hay de verdad en estas conductas amorales –que al fin y al cabo, tampoco nos afectan colectivamente, salvo en el descredito de la familia real -, y otra son los comportamientos presuntamente delictivos de quien debería haber sido ejemplar como primera Magistratura de España…