Virginia Montes.
Llegan en pateras, desembarcan en el Aquarius, lo retransmite La Sexta, se hacen la foto la Cruz Roja y las ONGs, y luego ¿qué? Un ejemplo nos lo da la ciudad francesa de Nantes. 300 inmigrantes negros africanos, senegaleses y eritreos, fueron desalojados el 23 de julio de una plaza céntrica de la ciudad. De inmediato se trasladaron a un colegio donde instalaron sus tiendas. La Policía ha procedido a desalojarlos de las instalaciones de la escuela vacía Leloup-Bouhier informa Ouest-France.
La ciudad de Nantes es la propietaria de esta antigua escuela secundaria. Solicitó la evacuación del edificio porque, según un comunicado de prensa del jueves 2 de agosto, el «trabajo de eliminación y destrucción de asbesto» debía comenzar el lunes 30 de julio. «Función absolutamente incompatible con una ocupación del sitio, incluso parcial».
Los inmigrantes deambularon por las calles de Nantes, donde la mayoría de ellos volvió a la plaza Daviais, en el centro de la ciudad, de donde se les había expulsado «para poner fin a una situación de alto riesgo para la salud y la seguridad pública». Una especie nuevo nomadismo.Y ahora, ¿qué?