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El rostro de la victoria

Redacción




Yrene Callais.

El rostro de la victoria en las primarias del Partido Popular es un semblante femenino, la ganadora, sin duda, es Soraya Saénz de Santamaría. Si pierde, será una gran sorpresa; si pierde, todos los militantes, de uno y otro bando, habrán perdido; si pierde, será la consecuencia de una conspiración negra y destructiva de la caquética Intereconomía moribunda, en sus últimos estertores, junto a una alianza desprestigiada de un personaje que sufre graves quebrantos mentales desde hace mucho tiempo, llamado Federico Jiménez Losantos, y de otro que está entrando en una fuerte crisis psicoconyugal con su recién estrenada pareja, Cruz Sánchez de Lara, de la que está empezando a ver que no es agua tan clara.

Pablo Casado hoy, más muerto que nunca, se presentaba acompañado de su esposa ya casi como victorioso, por cierto una señora que pertenece a una familia ilicitana estomagante, apestosa de corruptelas, cuyos miembros están todos peleados entre ellos y no se dirigen la palabra, y cuya madre de la susodicha está cada día más irascible, supongo que ante el nerviosismo de la que se avecina, que insulta por la calle a aquel que le lleva la contraria.

Pablo Casado es un hombre sin carácter, un viejo prematuro, como ya adelanté en artículos anteriores, que han sido seguidos por los candidatos en el último tramo, y es que yo soy una experta en el retrato psicológico, en el lenguaje de la gestual y este niñato no da ni para recepcionista en prácticas del Hotel Huerto del Cura.

Soraya está más fuerte que nunca y no nos engañemos, tras ella hay todo un aparatich político muy interesante. Ella ha aprendido de los errores y está dispuesta a enmendar los entuertos que en el pasado pueda haber cometido. Soraya, ánimo, ladran luego cabalgamos. Tú eres la persona indicada para salvar el caos del PP y para salvar el caos en el que próximamente se verá envuelto este desdichado país.