Enrique de Diego.
Cae la noche en Cádiz, se ha bajado el telón en el Gran Teatro Falla, la chirigota de «Abre los ojos» ha lanzado su mensaje. En una sociedad adocenada, ellos, valientes, corajudos, se han atrevido a decirles a sus conciudadanos qué es lo que pasa, como han sido atacados cruelmente por las farmacéuticas con las timo vacunas.
Rafael Brugal está inquieto, en su torpe mediocridad, quiere rematar la faena de la ridiculización con la que se castiga al cada vez más numeroso disidente. Al día siguiente, varios informativos dan noticia de la herejía que se ha dicho en Cádiz, de lo que ha sucedido en Cádiz y el mensaje, bien que distorsionado, corre por toda España.
La jauría, servil y lacaya, se lanza, acanallada, a por sangre. Todos los medios de defecación -cada día más desacreditados- tienen la misma línea de mentiras sobre la plandemia, las timo vacunas, la agenda 2030; todos sirven al mismo amo, Blackrock, todos tienen pérdidas, todos precisan de la publicidad institucional, y todos tienen programas dedicados a la ridiculización, segunda estrategia contra los que les combaten, en esta guerra entre el Bien y el mal, en el que todos se alinean en el consenso de la mentira y el crimen. Casi todos, Rambla Libre, no.
El teléfono de Katy Balber, el alma de la chirigota «Abre los ojos», va a ser un hervidero de llamadas como si fueran alimañas. Vamos a seleccionar algunas.
Bruno Cardeñosa, de La Rosa de los Vientos, Onda Cero, llama para concertar una entrevista en su programa que es a la 1 h de madrugada. Onda Cero está patrocinada por la farmacéutica Pfizer. Katy Balber se sorprende cuando, en vez de la 13 h que es cuando han quedado, llama a las 10 horas. La entrevista se realiza pero no se emite. Katy Balber es un hueso duro de roer. El impresentable de Bruno Cardeñosa se enfada, en su falta de conciencia profesional, cuando le inquiere Katy Balber las razones de por qué no se ha emitido. Bruno Cardeñosa le recomienda, como un nazi o un comunista de libro, que acuda «a ayuda profesional». Uno se pregunta si no es Bruno el que precisa urgente ayuda profesional pero, sobre todo, de alguien que le explique qué es el periodismo, en lo que no tiene ni idea. Ha llamado a las 10 h, ha grabado en diferido para ver si la entrevista es a su gusto, como no, ha ejercido la vil censura. Él ha dejado de ser periodista.
También recibe llamada de Susana Díaz. de Espejo público, pero es para chillar. Susana Díaz chilla como una corneja, sin dejarla hablar. Ha sido alto cargo de la Junta de Andalucía que, con Juan Manuel Moreno Bonilla, el piltrafilla, su esposa cobrando de las farmacéuticas, ha impuesto el pasaporte Covid y se ha esmerado en la timo vacunación asesina.
También llama Nacho Abad, del programa Código 10, de La Cuatro. Es una entrevista tensa, pero se emite, hasta que Nacho, que hace tiempo que dejó de ser periodista, la corta abruptamente, cuando Katy Balber no responde a sus dictados de lacayo. Es un sicario mediático, un simple mercenario. Se retrata de cuerpo entero cuando dice que «a mi lo que me interesa es mi sueldo». ¡Qué altura de miras! ¡Qué planteamiento más ponzoñoso! Como decía el gran Quevedo, «poderoso caballero, es don di, don dinero». La pasta es lo único que cuenta, sobre las vidas y la verdad.
También llama Alejandro Tobalina, del lodazal 20 minutos. Un joven ya pervertido que manipula a conciencia a Katy Balber, que entresaca lo que quiere. Un sabiondo que niega que las timo vacunas contengan polisorbato 80, porque así lo dice la vendida Agencia Española del Medicamento, a pesar de que las farmacéuticas lo afirman en sus prospectos. Pobre servil, tan joven y ya un lacayo adiestrado.
También se ponen en contacto de producción de Telecinco para el programa de Risto Mejide, para su intervención en un programa que se debía emitir esta semana. Concretan que a Katy Balber le pagarán el viaje y el hotel. Katy Balber dice que sí aunque Risto, el manipulador, sabe que la va a criticar pero ella va bien preparada. Le interesa lanzar el mensaje de que las timo vacunas han sido una farsa, un engaño letal. Pero algo se tuerce. Probablemente, ese endeble y frágil pequeño tirano catódico que es Risto ya sabe que Katy Balber es un duro demasiado duro de roer, La entrevista se cancela, sin razón aparente. Risto no se ha atrevido.
Por último, en el programa basureo máximo de La Sexta, Conspiranoicos, llevan al tarado mayor del reino, una auténtica ruina humana, Antonio Resines, una víctima clara de las timo vacunas, por sí mismo el mejor exponente del mensaje demoledor de Katy Balber. Resines se manifiesta como un auténtico matón de barrio, en un estilo penoso. Es un hombre acabado, lleno de enfermedades, amargado, que vive de la publicidad.
Cae la noche. La jauría se lame sus heridas, castañea sus dientes mellados. Desde 2020, ha corrido mucha agua sucia bajo los puentes. Están absolutamente desacreditados. Al fin y al cabo, sólo les interesa su sueldo. Katy Balber ha demostrado ser, en efecto, un hueso demasiado duro que roer. O «con las bombas que tiran los fanfarrones, se hacen las gaditanas tirabuzones». Continuará.
Guerra del Bien conta el mal en Cádiz (1): «Abre los ojos» rompe gloriosamente el silencio